| | cartas Desesperanza por la crisis
| En mi casa y en muchos hogares argentinos habrá una silla vacía en las fiestas. La razón es que nuestros hijos han tenido que emigrar a países donde pueden tener trabajo y un proyecto de vida digno. Esto se debe a la corrupción, inoperancia y falta de integridad de nuestros dirigentes políticos y gremiales, que durante años se han apropiado del patrimonio del pueblo. Ya no nos queda nada por vender, sólo pobreza, desocupación e inseguridad. Las riquezas son acumuladas por unos pocos, mientras la gran mayoría vive en la indigencia o ve esfumarse el fruto de sus años de trabajo. Los dirigentes son indiferentes a las necesidades del pueblo, discurren sus vidas en la trivialidad y la opulencia. Gracias a ellos nuestros hijos han tenido que emigrar. Pido a Dios que esta Navidad haga renacer los verdaderos valores e ilumine a los aptos para que podamos desembarazarnos de esta casta de ineptos y corruptos, enraizada en las esferas del poder. Y por último, que en otras fiestas no tengamos el dolor de tener tantas sillas vacías. Rafael Yocco
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