Las legumbres están pasadas por agua

Las producciones de arvejas y lentejas en Santa Fe tuvieron pérdidas del 15% en esta campaña por las lluvias

Las fuertes lluvias de finales de noviembre complicaron aún más el panorama de las legumbres en la provincia de Santa Fe que ya habían sido afectadas por las heladas del mes de septiembre y se calcula que el sector tendrá pérdidas del orden del 15 por ciento para esta campaña.
Las producciones más perjudicadas fueron las de arveja y las de lenteja, y el exceso de humedad obligó a los productores a un mayor uso de fungicidas.
La campaña de este año del cultivo de la lenteja, resultó atípicamente negativa en comparación con otros años y si bien se sembraron entre 18 a 20 mil hectáreas, -una buena alternativa al cultivo del trigo- las inclemencias climáticas le jugaron una mala pasada. Este cultivo y también el de arveja sufrieron las consecuencias de las fuertes heladas de fines de septiembre y principios de octubre que afectaron la floración, pero lo que más lo afectó fueron las intensas lluvias del mes de noviembre que rondaron entre los 200 y 300 milímetros.
El aguacero se produjo hacia el final del ciclo del cultivo y provocó grandes estancamientos de agua que arruinaron completamente los lotes sembrados y demoraron además los trabajos de cosecha.
Luis Lasso, de la Cámara de Legumbres de Argentina (Clera) explicó que la producción general de estos cultivos ha sufrido pérdidas entre el 50% y el 60%.
Para el especialista, la calidad del producto es deficiente ya que hay un exceso de granos quemados que hará difícil la colocación de la mercadería en el exterior y más aún en el mercado local.
Por otra parte, el secretario de Agricultura de la provincia, Oscar Alloatti, fue más cauto en sus apreciaciones y estimó las pérdidas en el orden del 15 por ciento.
De todos modos, destacó que el exceso de humedad obligó a los productores a un mayor uso de fungicidas.

Regiones productoras
En la provincia de Santa Fe, los distritos donde se concentró la siembra sobre todo de lenteja fueron Acebal, Uranga, Coronel Domínguez, Cuatro Esquinas, Villa Amelia, Albarellos, Pavón Arriba y Alvarez.
En los primeros lotes trillados, los rendimientos oscilaron alrededor de los 800/900 kg y se estiman que los tardíos tendrán entre 200/300 kg y la calidad más deficiente.
Desde Clera advirtieron que si bien los datos finales de producción todavía no están disponibles, no alcanzará para abastecer el consumo nacional, por lo que es posible que retorne la importación desde Canadá cuyos precios tienden a la baja.