El gobernador Carlos Reutemann decidió explayarse ayer sobre la complicada situación que vive el puerto de Rosario al considerar que se debe salir a recuperar la carga perdida, a la vez que se mostró preocupado por el éxodo de operaciones portuarias a otros muelles de la región. Además, el jefe de la Casa Gris se dirigió a los 163 estibadores que reclaman su inclusión en la nueva licitación de las terminales I y II de la ciudad. El humilde consejo que les puedo dar a los trabajadores es que si no tenemos puerto no va a haber trabajo, lanzó Reutemann como advertencia a las medidas de fuerza del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa).
Las declaraciones del gobernador resumieron la compleja situación que atraviesan los muelles locales. Hace diez días el gremio portuario había paralizado la actividad en Rosario, provocando serios inconvenientes a dos buques azucareros que quedaron amarrados en la ciudad al momento de la medida de fuerza.
Anteayer el Supa decidió levantar la medida, pero mantuvo su plan de lucha para lograr la inclusión de los estibadores en los pliegos licitatorios, que el Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro) lanzó a la venta hasta el 15 de enero. Hasta el momento compiten sólo dos oferentes por su adjudicación a 30 años.
Reutemann prefirió no escaparle al tema. El ideal es compatibilizar las ideas de todos los sectores, pero hay que dar seguridad jurídica a los inversores, porque si no no hay puerto ni trabajadores, esgrimió el gobernador, y a la vez alertó: Si alguien se pone muy intransigente y nosotros exigimos cosas (en alusión al proceso licitatorio), no se presenta nadie.
Incluso Reutemann se refirió a la homologación de un convenio firmado entre el Supa, el Enapro y el ex concesionario del puerto local, que la Secretaría de Trabajo realizó cuando Rubén Dunda era su titular y que desató la nueva protesta del Supa, por el reclamo de que los operarios debían ser incluidos en los pliegos. Tengo un dictamen de dos juristas que dice absolutamente lo contrario, sorprendió el gobernador.
Una aureola del pasado
A la distancia de la era Carlos Bermúdez al frente del Enapro, Reutemann recordó que quedó una aureola con la privatización anterior y lo que sucedió posteriormente no se puede exhibir como un galardón, y abrió sus ojos al expresar: Hay que manejarse con mucha prudencia sabiendo lo que ya ocurrió.
En tal sentido el gobernador invitó a observar la manera en que se han desarrollado las terminales portuarias privadas (ubicadas en la región). Existe una planta de 150 mil toneladas de almacenaje de fertilizantes ubicada en Puerto General San Martín y antes esta carga venía al puerto de Rosario. Igual pasa con mercadería que se va a Campana, Zárate o San Nicolás.
Es por ello que el propio gobernador hizo una proclama pública de cara a la próxima temporada. Debemos salir a recuperar la carga que perdimos; atención, que no es un dato menor, alertó Reutemann tras recordar: Las partidas de limones las atienden de mil maravillas en Campana y los autos de General Motors se irán a Zárate. Si se tensa mucho de la cuerda (en relación a la postura del Supa) se seguirán llevando la mercadería a otros lugares.
Por último el Lole apuntó a los portuarios. Tienen que ser comprensivos. El humilde consejo que les doy es que si no hay puerto no hay trabajo, por eso hay que tener mucho sentido común, remató.