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El espíritu de la Navidad

En sus numerosas novelas Charles Dickens declara una guerra encarnizada al egoísmo y a la hipocresía. En 1843 escribió Cuentos de Navidad, el primero de una serie de libros anuales donde combina la conmovedora celebración de la antigua Navidad con la idea de que es una ocasión de unir a las familias por los lazos del amor y la caridad. Preocupado por los necesitados, las injusticias y las diferencias sociales, Dickens deseaba que sus historias sirvieran para que la Nación diera auxilio a las clases trabajadoras desposeídas. En muchas partes la Navidad es hoy como la describiera el célebre escritor británico: una época en la que unos están abrigados y cómodos mientras otros padecen miseria, frío y hambre. Las primeras tarjetas navideñas aparecieron a partir de 1840. Una de ellas -diseñada por el inglés J.C. Horsley- tenía tres escenas que ilustraban el espíritu de la Navidad: una familia haciendo un brindis; en otra, dando de comer al hambriento; y en la tercera, vistiendo al desnudo.
Carlos Alberto Parachú