El estado del bebé que nació anteayer por cesárea luego que su madre se disparara en el vientre continuaba ayer siendo grave. La determinación de la joven abrió en Córdoba un debate legal sobre cómo encuadrar el hecho. Al bebito, nacido a los ocho meses de gestación, el balazo le perforó los intestinos, el hígado, la vejiga y la vesícula biliar, y el proyectil quedó alojado en su piernita izquierda, se indicó desde el hospital Materno Neonatal, donde permanece internado. La polémica, con distintas consideraciones de especialistas sobre su encuadre legal apunta particularmente a si se trató de un intento de suicidio o un intento de aborto, con las distintas consideraciones que puede merecer tanto una como otra alternativa.
La madre, Mariana Isabel Gregoratti, estudiante de maestra jardinera de 29 años, se dio un tiro en la mañana de anteayer en el vientre con un revólver calibre 22 desde una distancia estimada en unos 15 centímetros.
El episodio tuvo lugar en el domicilio familiar de barrio Los Olmos y la mujer fue trasladada al hospital Misericordia, donde quedó fuera de peligro luego que se le practicara una cesárea para extraer el feto, que nació con un peso de 3,100 kilogramos.
Trágica sorpresa
La joven sorprendió a familiares y allegados no sólo por el trágico episodio del balazo sino también por el embarazo que nadie conocía, ya que lo había ocultado y disimulado favorecida por su gran contextura física y su gordura.
Este último factor habría atenuado los efectos del impacto, ya que según trascendidos médicos el balazo tuvo que atravesar un tejido adiposo de unos 15 centímetros de espesor.
Mariana, que tiene otra hija de tres años producto de una relación al parecer terminada hace tiempo, sorprendió a propios y extraños con su inesperada actitud, ya que testimonios de allegados coinciden en que estudiaba para ser maestra jardinera y tenía una vida normal.
En tanto se ha planteado una aguda polémica para definir la figura penal del hecho, considerado atípico por el fiscal general de la provincia de Córdoba, Marcelo Brito, quien explicó que eso significa que no hay represión penal ni posibilidad de investigación. El vacío legal más grave que advierto es en el caso de que el bebé sobreviva, y quede con secuelas para toda la vida por las lesiones sufridas. Nunca la madre podrá ser perseguida penalmente por eso, razonó el jefe de los fiscales al intentar analizar las proyecciones del trágico episodio.