Se agrava el incendio forestal en Mendoza

Las llamas cubren 200 mil hectáreas y ya han obligado a evacuar a varias familias. Hay viñedos destruidos

Unas 200 mil hectáreas fueron arrasadas en los últimos días por el fuego en el sudeste de Mendoza, mientras ayer persistía un foco, que se encontraba fuera de control y ya había obligado a evacuar a tres familias, a la vez que causó el corte de la ruta nacional Nº188, además de la destrucción de viñedos y otras plantaciones, según se indicó oficialmente.
Los incendios afectan desde hace unos 20 días al departamento de General Alvear, en el límite que Mendoza tiene con San Luis y La Pampa, provincias que también vienen sufriendo los efectos del fuego.
Tres familias fueron evacuadas de sus viviendas y otras tantas correrían la misma suerte si no se logra circunscribir el fuego. El ministro de Ambiente y Obras Públicas, Aldo Ostropolsky, viajó antenoche a la ciudad de General Alvear para reunirse con el Comité de Fuego, evaluar la actual situación y planificar el trabajo a seguir.
El último de los focos afectó unas 40 mil hectáreas, con lo cual sumaban 200 mil las hectáreas quemadas en el sur provincial. Este último incendio se inició hace tres días en una zona próxima a la localidad de Ovejería, en el mismo departamento, cerca del límite con San Luis y, por los efectos del viento, se trasladó hacia el sudoeste hasta llegar a la zona cultivada de Bowen, a la vera de la ruta 188, a unos 20 kilómetros de la ciudad cabecera del distrito. Esta carretera, que es el ingreso a la provincia por el sur, quedó cortada anteayer cuando las llamas traspasaron la capa asfáltica debido a la falta de limpieza de las banquinas.
El intendente de General Alvear, Eduardo Amézqueta, como presidente de Defensa Civil, encabezó el operativo de rescate que anteanoche trabajó para evacuar a las tres familias. El fuego cercó sus viviendas que, a pesar de que no fueron destruidas completamente, le produjo graves daños.
El incendio también perjudicó y destruyó varios microemprendimientos apícolas. A su vez la fuerza de las llamas llegó hasta los cultivos, y no perdonó a su paso los durazneros, vides, potreros de alfalfa y cortinas de álamos de varias fincas ubicadas en La Montilla y La Escandinava.
No podemos frenar las llamas, dijo ayer el intendente Amézqueta con tono de desazón. A pesar de los esfuerzos humanos que hacemos y de contar con las máquinas viales que dispuso a tal efecto Vialidad e Irrigación, no podemos contrarrestarlo.
Es una lucha sin cuartel. Los empleados municipales junto con los bomberos, Defensa Civil y voluntarios llevan más de veinte días en el campo entre el fuego, las altas temperaturas y el viento, aseguró. Responsabilizo (por el origen del fuego) a muchos ganaderos dueños de campos de este siniestro del que somos víctimas los alvearenses, porque no realizaron los contrafuegos que se exigen ni mantuvieron limpias las picadas, afirmó el intendente. Inclusive ayer tampoco colaboran con la tarea de sofocar el fuego que está afectando una vez más a los productores, resaltó.