Las autoridades del Senasa aseguraron ayer que la enfermedad detectada en un rodeo que arribó la semana pasada a la zona de San Jorge no es aftosa sino rinotraqueítis infecciosa bovina, una enfermedad con síntomas clínicos similares.
El presidente del organismo, Víctor Machinea, y el vice, Eduardo Grecco, estuvieron ayer en la ciudad de Santa Fe, desde donde reiteraron que la Argentina se mantiene como país libre de aftosa. Al referirse a la aparición de animales sospechados de portar el virus de la enfermedad en jurisdicción de San Jorge, indicaron que se trató de una sintomatología semejante a la de la aftosa.
Los funcionarios, acompañados por los ministros Miguel Paulón y Carlos Parola, definieron la enfermedad del ganado como rinotraqueítis infecciosa bovina, un mal confundible con fiebre aftosa o cualquier enfermedad vesicular, como puede ser estomatitis vesicular.
El titular del Senasa admitió que cuando se advierten infecciones semejantes a la aftosa, como ocurrió con el caso del ganado de San Jorge, el organismo pone en marcha una serie de medidas que incluyen la denuncia inmediata y la realización perentoria de los análisis respectivos.
Machinea aclaró que el brote verificado en San Jorge es de una enfermedad endémica que, por sus características de confundible, debe ser denunciada al organismo nacional.
Tanto Machinea como Grecco fueron enfáticos al reiterar varias veces que el país sigue siendo un territorio libre de aftosa sin vacunación, vale decir que continúa cumpliendo con las pautas internacionales.
Sin embargo, se admitió que hay una zona débil en la frontera (en clara alusión al Paraguay, de dónde habían entrado al país los animales enfermos detectados a mediados de año) y que es allí donde se proyectan adoptar mayores medidas de control para evitar la presencia de ganado afectado por la fiebre aftosa.
Machinea aclaró que no conocía con total exactitud lo ocurrido en San Jorge, aunque al mismo tiempo señaló que se estaba trabajando en un mejor control del movimiento de hacienda, en una etapa superadora de lo que ha sido hasta ahora, intensificando y adecuando cada uno de los pasos de este sistema.
Ante la insistencia del periodismo, Machinea precisó que en la jurisdicción de la referida población del departamento San Martín la irregularidad que se confirmó no refería al movimiento del ganado sino que sucedió que el productor receptor de los bovinos no había hecho su declaración en la oficina del Senasa, dentro de las 48 horas.
El funcionario aclaró que no se realizó la correspondiente denuncia judicial porque aún se desconoce el grado de irregularidad en la que se incurrió. Sostuvo que lo importante a destacar fue la capacidad de reacción demostrada por el Senasa: Tenemos que estar más que satisfechos por contar con un mecanismo con capacidad de respuesta, demostrativo de que la Argentina es eficiente, dijo.
El susto santafesino se produjo en momentos en que el gobierno nacional negocia ante las autoridades sanitarias estadounidenses el levantamiento de la veda sanitaria que pesa sobre las exportaciones de carne argentina luego de la aparición de hacienda portadora del virus, en agosto pasado, en las provincias del nordeste.
Frente a la sintomatología similar a la de la aftosa, las muestras de sangre extraídas a los animales fueron enviadas al laboratorio central del Senasa para la realización de análisis complementarios, cuyos resultados iban a estar listos, en principio, el lunes aunque luego se postergó su difusión hasta el día de ayer. El titular del Senasa se refirió implícitamente a esas pruebas al descartar la existencia de la aftosa.
La enfermedad confundible, es decir la IRB, es un mal que en la observación clínica presenta síntomas similares a la aftosa ya que a los animales le salen llagas en las boca y fosas nasales, además de presentar inflamaciones en las mucosas y el aparato genital. La confusión, en cambio, es fácilmente disipable en las pruebas de laboratorio, según veterinarios consultados por La Capital. Si bien también provoca pérdidas económicas, el complejo viral que produce la infección es tratable con vacunas.
Reclamo de Carclo
En otro orden, el titular de Carclo (Confederación de Asociaciones Rurales del Litoral Oeste), Luis Lazzaroni, confirmó ayer que se le reclamó a los funcionarios del Senasa conocer con nombre y apellido, quienes son los responsables de las irregularidades detectadas en el caso de San Jorge.
En un documento enviado por la entidad que nuclea a las entidades ruralistas de la zona centro oeste de la provincia se sostiene que los controles deben funcionar y el Senasa debe cumplir con la misión para la que fue creado.