Washington. - El presidente electo George W. Bush, después de sostener una reunión ayer con el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, afirmó que el Congreso debería aprobar su amplio proyecto de recortes de impuestos como una póliza de seguro contra una potencial crisis económica. Sin embargo, la reducción de impuestos por 1,3 billones de dólares en los próximos 10 años que Bush ha convertido en la parte central de su programa económica, podría enfrentar a uno de sus mayores obstáculos en Greenspan. El jefe de la Reserva Federal ha dicho en varias ocasiones que le gustaría ver que los superávits presupuestarios del gobierno se emplearan para pagar la deuda nacional, y no ofrecer alivio de impuestos o aumentar el gasto de los programas gubernamentales. Pese a que Bush podría haber encaminado su trabajo a neutralizar la oposición de Greenspan a los recortes de impuestos, sin embargo podría tener mejor suerte en otro frente económico. Sin embargo, se espera que Greenspan y sus colegas podrían darle al presidente electo un regalo de Navidad adelantado en la forma de una señal clara en el sentido de que están dispuestos a asumir un recorte a las tasas de interés a partir del año próximo para evitar una recesión. Bush, quien visitó Washington por primera vez en su papel de presidente electo, aprovechó la oportunidad para alabar a Greenspan, quien es visto como el segundo funcionario político con mayor autoridad, por el manejo que ha tenido de la economía. Tuvimos una discusión muy fuerte acerca de mi confianza en su capacidad, expresó Bush después de un desayuno de trabajo que duró una hora. Bush no mencionó la creencia de su padre en el sentido de que perdió la Casa Blanca en 1992 porque Greenspan se tardó en recortar las tasas de interés. Greenspan no hizo comentarios sobre la reunión. Sin embargo, hace dos semanas, dio indicios de un cambio de parecer en el seno de la Reserva Federal. Greenspan dijo en un discurso en Nueva York que consideraba que la economía se había frenado apreciablemente en base a una serie de datos económicos, en lo que fue su discurso más directo en el sentido de que el Banco Central había tenido éxito en su campaña de detener el crecimiento de la economía con una serie de seis incrementos en la tasa de interés. Greenspan señaló que los legisladores ahora deberán estar alertas a sacudidas inesperadas que podrían provocar un descarrilamiento en la expansión económica del país, que lleva casi una década, el período de auge económico más largo en la historia del país. En base a estos comentarios, muchos analistas privados consideran que el jefe de la Comisión Federal de Mercados Abiertos cambiará la tendencia de sus políticas como precursora de recorte directos a los tipos de interés, que podrían comenzar a partir de enero. Los estadounidenses están a favor de una reducción tributaria, pero no están seguros si Bush cuenta con suficiente apoyo para aprobarla, dice una encuesta. El sondeo de CBS News establece que 61% de la población favorece la reducción de impuestos, pero difieren en cuanto a si Bush cuenta con el respaldo para aprobar el recorte de inicial de 460.000 millones de dólares, en un plazo de cinco años. El 42% de los encuestados dijo que Bush sí cuenta con el apoyo suficiente para ese recorte, mientras 38% opinó que no. El 18% no respondió y el 2% dijo que Bush no necesita de tal apoyo para implementar las reducciones. Sólo el 11% de los encuestados dijo que reducir los impuestos debe ser la prioridad de Bush. Por su parte, el flamante secretario de Estado Colin Powell conversó ayer extensamente con funcionarios de alto nivel del Departamento de Estado como parte de su transición al cargo.
| |