Año CXXXIV
 Nº 48.973
Rosario,
martes  19 de
diciembre de 2000
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Denuncian ejecuciones luego de la toma de la embajada en Lima en 1997
Alberto Fujimori dijo que los terroristas habían muerto en combate. Al menos tres fueron capturados vivos

Lima. - Un ex rehén del grupo extremista peruano del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en la casa de la embajada japonesa en Lima insistió en que al menos tres de los secuestradores salieron vivos de la operación de rescate, lo que contraría la versión oficial de que todos murieron en la acción, en 1997.
Cuando las tropas entraron a la residencia y nosotros salimos a la casa vecina, allí vimos amarrado al número dos del MRTA, Tito. Dentro de la residencia no logré ver completamente bien, pero vi a dos terroristas más que habían sido capturados, expresó en Tokio el ex diplomático japonés Hidetaka Ogura en una entrevista que publicó ayer el diario decano del Perú, El Comercio.
Yo no he dicho que viera cómo los mataban. Yo he dicho que vi que los capturaron vivos. Pero después el gobierno dijo que habían muerto en combate, agregó Ogura, quien en ese momento era primer secretario de la embajada de Japón en Lima. Según el ex funcionario, lo ocurrido fue puesto a conocimiento de la Cancillería japonesa, pero sus funcionarios le pidieron guardar silencio al respecto, por lo que optó por renunciar a la carrera diplomática. He oído que hasta el primer ministro leyó el informe que escribí, pero lo mantuvieron en secreto, apuntó.
Los rumores sobre ejecuciones extraoficiales tras la toma de la sede diplomática han circulado periódicamente desde el comienzo, pero ninguno de los otros 70 rehenes ha sido tan claro al respecto como Ogura. Se ha sabido incluso que las dos mujeres que integraban el comando de 14 secuestradores se rindieron y suplicaban que no les dispararan.
El MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru) perpetró el secuestro masivo entre diciembre de 1996 y abril de 1997. El grupo pretendía la liberación de sus militantes presos y mantuvo diálogos con el gobierno, que no prosperaron, según versiones coincidentes, por el radicalismo del jefe de los subversivos, Néstor Cerpa, que se habría negado a cualquier solución intermedia.
La casa fue recuperada en una espectacular operación militar planeado sobre todo por el entonces jefe de Inteligencia, Vladimiro Montesinos. Tropas de élite irrumpieron a través de túneles sin dar posibilidades a los emerretistas, que habían dejado a un lado las armas para jugar fútbol en la sala, mientras los rehenes permanecían en la segunda planta con sólo un vigilante.
Oguma, que se ha puesto en Japón al frente de un movimiento que pide que su país no proteja al ex presidente Alberto Fujimori, afirmó que no tiene nada que agradecerle por la operación al ex mandatario y, por el contrario, lo culpó de su dramática experiencia, por no haber ordenado las medidas de seguridad correspondientes.



Una de las imágenes de la toma de abril de 1997.
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