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Tristeza por una confitería

Los rosarinos vemos con profunda tristeza cómo día a día, inexorablemente, todo aquello que es referente de nuestras tradiciones, de nuestra vida cotidiana, sucumbe ante una realidad económica y social que nos abruma. Hoy fue el turno de una de nuestras más prestigiosas confiterías, el Jockey Club, caracterizado exponente de calidad y prestigio artesanal en su especialidad. Sin dejar de valorar la buena calidad y dedicación de otras confiterías de nuestra ciudad, creo sinceramente que el Jockey Club merece un lugar de privilegio en nuestra historia rosarina. Lamento profundamente este triste devenir de nuestra sociedad, como también el no poder seguir deleitándome con todas esas delikatessen que cotidianamente nos brindaba esta confitería.
DNI 4.777.330