Sergio Roulier
El Foro Regional Rosario pidió cambios en el Estado provincial y una reforma de la Constitución santafesina. La entidad criticó la pasividad de la clase gobernante ante la crisis en que se encuentra sumido el país, y condenó los gastos de la estructura política burocrática. Lo hizo en el marco de una audiencia pública en la que participaron el gobernador Carlos Reutemann y el intendente Hermes Binner. El mandatario provincial se sintió tocado por algunos conceptos expresados en el acto, dijo no compartir ciertos cuestionamientos y afirmó: Jamás le pasé un café a la provincia. La entidad convocante le entregó a Reutemann el texto de la Declaración de Santa Fe, documento en el que se encuentran sintetizados los principales puntos expuestos en el acto de ayer. En el marco de lo que definió como una crisis moral, política e institucional, el titular del Foro, Roberto Paladini, se preguntó hasta cuando vamos a seguir soportando a cuerpos colegiados (Congreso, legislaturas, concejos municipales) que siguen gastando alegremente y que a veces se convierten en focos de corrupción y de privilegios espurios. Sobre el final del acto, Reutemann tomó la palabra y destacó la brecha que existe entre la clase dirigente y la sociedad civil. Estuvo en desacuerdo con que toda la clase política acepta los cargos por las prebendas que puede usufructuar. Y afirmó que si se quiere combatir a los políticos que están detrás de las prebendas, con este gobernador se han equivocado. El Foro organizó una audiencia pública a la que asistieron unas 300 personas que desbordaron el salón auditorio de la Federación Gremial del Comercio y la Industria, y obligaron a poner una pantalla en una sala contigua. En la mesa principal, junto a Binner, Reutemann y Paladini, estuvieron el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Mirás, los economistas Antonio Margariti y Jaime Abut, y Carlos González Labbone como representante de la juventud empresarial. La semana pasada la entidad presentó públicamente la Declaración de Santa Fe, en la que peticiona la limitación del número de legisladores, la abolición de las listas sábana y la derogación de la ley de lemas. Sobre este último punto, el gobernador le respondió a los periodistas que él llegó a la política con esa ley y que sería muy egoísta ponerse en contra. Con respecto a la eventual reforma constitucional, sostuvo que no es el momento, pero la supeditó a un acuerdo político con todos los partidos. Paladini, en su discurso, se refirió a la apuesta que había hecho el gobierno de Córdoba en el sentido de igualar cualquier oferta ante la posibilidad de radicación de nuevas inversiones. Santa Fe debe superarlas, insistió el empresario, a lo que Reutemann sonrió y contestó con la mediática frase: Ah, bueno. Esto motivó las sonrisas de un auditorio que siguió muy atento cada intervención, pero que no se quedó callado. Primero, un hombre de Serodino quiso cuestionar a Reutemann por los índices de desocupación y la cantidad de horas que trabajan los estatales provinciales, y a Binner por el sistema de transporte, pero no lo dejaron. Un vecino de San Lorenzo se quejó por el aumento de la tasa municipal que se produjo en su ciudad y también fue llamado al orden. El más duro, y más aplaudido, de los discursos fue el de Margariti, quien apuntó a la forma en que se constituye el gasto público, entre otros cuestionamientos a la clase dirigente. El exceso de gasto público, especialmente el destinado a planes sociales, sólo produce el enriquecimiento de funcionarios políticos y de empresarios cortesanos, puntualizó. En ese sentido, Binner puso a disposición los números del municipio para ver cómo se gasta y quienes son los beneficiarios, desde los planes de la Agencia de Desarrollo hasta los planes sociales. Abut expuso más bien un análisis ético, moral y filosófico de la cuestión económica y monseñor Mirás habló de la crisis moral. El prelado dijo que los obstáculos al crecimiento no son sólo políticos y económicos, sino también morales.
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