Año CXXXIV
 Nº 48.973
Rosario,
martes  19 de
diciembre de 2000
Min 16°
Máx 31°
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Rosario no atiende concursos y quiebras con la solvencia de Córdoba y Mendoza
Los juzgados locales tienen menos personal para más causas. Y además llevan asuntos civiles y comerciales

Miguel Raspall (*)

Producto de una angustiante e inocultable situación, en el mes de septiembre de este año el Instituto de Derecho Concursal del Colegio de Abogados de Rosario organizó unas jornadas destinadas a poner de manifiesto la crisis que atraviesa el Poder Judicial y su incapacidad para afrontar el creciente número de causas concursales que se inician anualmente e intentar aportar soluciones. Al exponerse en ellas cómo afrontan este mismo problema otras provincias, no sólo se manifestaron diversas realidades existentes dentro de nuestro propio país, sino que se demostró que los juzgados rosarinos deben atender más del doble de causas que Mendoza y Córdoba con la tercera parte de personas afectadas.
No hace falta explicar que la crisis está instalada en los Tribunales locales, porque en los últimos meses prácticamente no ha pasado un solo día sin que se registrara alguna publicación gráfica o comentario radial o televisivo sobre el tema del exceso de causas, la falta de infraestructura y espacio, la carencia o insuficiencia de jueces. Hay en Rosario la misma cantidad de juzgados de primera instancia en lo civil y comercial desde hace 30 años.
El tema es cómo poder enfrentar dentro de esta mezquina estructura tribunalicia el incontenible crecimiento de las causas concursales (concursos preventivos y quiebras) que, para decirlo en fríos y demostrativos números, se han incrementado en un 280% en cinco años.

Verdadera epidemia
Los procesos concursales son una epidemia y como tal deben ser interpretados y se debe dar respuestas para su control. Por ello es necesario modificar lo existente para atender esta emergencia.
Varias provincias han optado por enfrentar el problema concursal con la creación de fueros especiales con competencia en concursos. Ello implica que todos los que trabajan en el juzgado están familiarizados con el tema en razón de la especialización, lo estudian permanentemente y, por lo mismo, tienen mejor formación para dar certera respuesta a la innumerable cantidad de situaciones jurídicas que cada concurso trae aparejadas.
Se discute en nuestro medio, y también ha sido discutido en otros ámbitos donde ya funcionan los fueros concursales, si la especialización de los juzgados es valiosa o disvaliosa. Se dan argumentos en ambos sentidos plenamente atendibles.
Los miembros de este instituto creemos que son mayores las ventajas que las desventajas y propiciamos esta solución. Existen en nuestros Tribunales otros fueros especiales que fueron creados para dar respuesta a situaciones similares que antes se produjeron en otras materias. Así ocurrió cuando desdoblaron lo relativo a daños y perjuicios de lo que es derecho de familia: fue todo un éxito y dio por tierra con iguales argumentos que hoy se oponen a los fueros concursales.
Alentamos con convicción la creación de juzgados especializados, pero de cualquier manera, y para evitar que se diga que la nuestra es una opinión parcial teñida de subjetivismo, llevamos nuevamente el debate al punto de partida. Así como se está, es imposible seguir. Se requieren respuestas, una de las cuales sin lugar a dudas es la creación de juzgados concursales.
A raíz de un estudio estadístico encarado por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial local (gráfico 1), y de las compulsas realizadas por la comisión de legislación del Consejo Profesional de Ciencias Económicas para estas jornadas, se pudo determinar que, entre 1987 y 1992, se presentaron por mesa de entradas general 2.059 causas concursales y que entre 1995 y 2000 se incrementó el número de presentaciones a 6.115.
A esta compleja realidad que afrontan los juzgados rosarinos, se debe sumar el resto de las causas judiciales que competen a los magistrados del fuero civil y comercial, lo que llega a sumar anualmente (incluidas las concursales), el ingreso de aproximadamente 2.700 juicios promedio por juzgado.
Otras provincias, aun con igual situación económica por la que atraviesa la nuestra, no permiten que ello afecte tan severamente la administración de justicia. Pruebas de ello son las provincias de Córdoba y Mendoza, donde han implementado la creación de juzgados con competencia específicamente concursal para la atención de estas causas (ver aparte).

Desproporción abrumadora
La desproporción en contra de nuestra administración de justicia es abrumadora. Muchas menos personas y a su vez sin especialización atienden una muy superior cantidad de causas. Digámoslo así: hay 15 juzgados en Rosario que atienden concursos y en cada uno de ellos 4 personas afectadas a la tarea, de las cuales dos (juez y secretario) no lo hacen con exclusividad para concursos sino para todas las causas. Quince juzgados por 4 personas da 60 personas para atender (dos con dedicación compartida). En Córdoba hay 8 juzgados con 13 personas cada uno y de dedicación plena, o sea, un total de 104 personas con dedicación plena, espacio físico adecuado, tecnología y especialización.
Esto demuestra que los juzgados rosarinos deben atender más del doble de causas con la tercera parte de personas afectadas.
Por último, no solamente es necesario que se sepa que ya existen otras realidades en provincias de nuestro país, sino que son alcanzables, utilizando -tal vez- más imaginación y audacia que recursos económicos.
\(*) Presidente del Instituto de Derecho Concursal. Coautores: Ricardo Ruiz, Indiana Micelli, Florencia Bolero, Stella Bertune, Gloria Torresi y Alicia S. Pereyra (integrantes)


Notas relacionadas
Realidades muy diferentes en otras provincias
Diario La Capital todos los derechos reservados