Aplauso neoyorquino

El director argentino Daniel Barenboim conmovió al Carnegie Hall

La Staatskapelle de Berlín -la orquesta estable de la ópera estatal Unter den Linden- bajo la conducción de Daniel Barenboim fue celebrada con entusiasmo el domingo último en Nueva York, al finalizar su primera función en Estados Unidos.
El público del Carnegie Hall agradeció la ejecución de la Novena Sinfonía de Beethoven con un aplauso que según parámetros neoyorquinos fue desbordante. Durante casi 15 minutos el músico argentino-israelí Barenboim tuvo que regresar al escenario, debido a los gritos de bravo, aplausos rítmicos y zapateos. Previamente, la Staatskapelle había ejecutado las otras sinfonías así como todos los conciertos de piano de Beethoven, en el marco de una maratón de seis días del compositor en el Carnegie Hall. Cada vez, la orquesta y Barenboim, en su rol de director y pianista, fueron ovacionados. Y también los críticos de música estadounidenses dieron su visto bueno. El New York Times se refirió a un triunfo.
Este éxito sólo fue ensombrecido por la disputa respecto al futuro de la orquesta. Barenboim criticó agudamente la negativa del Senado de Berlín a otorgar un respaldo de 3,5 millones de marcos (aproximadamente 1,6 millones de dólares) prometido por el estado federal.