| | cartas Vesco, Central y el Barcelona
| Rumbo al estadio, como cada vez que juegan los canallas, observé leyendas escritas agraviantes hacia el escribano Vesco: ladrón, mafioso, rufián. Al llegar al Gigante las calles estaban tapizadas de publicaciones, del mismo tono, contra el presidente del club. Me pareció detestable que por medios anónimos se dijeran cosas de esa gravedad. Por eso he decidido expresarme públicamente. Vesco le ha dado mucho a Central. Pero si no se va pronto terminará mal. Todos los procesos cumplen ciclos irreversibles, solo la ambición desenfrenada puede impedir avizorar el fin de ellos. Vesco está conduciendo un club con $22.000.000 de pasivo, $400.000 de déficit operativo mensual, $4.000.000 de deuda al plantel profesional, con barras bravas protegidos que esgrimen armas en nuestra sede y jugadores sospechosamente mal vendidos al exterior y matones a sueldo en las asambleas. El acuerdo de colaboración con el Barcelona, llave maestra de ingreso al fútbol mundial, ¿qué destino puede tener con esta conducción? Se aproxima para el fútbol argentino un tiempo de transformación. Los viejos métodos, la conducción caudillesca, no podrán resistir el vendaval. El ciclo de Vesco terminó, las posibilidades de otra conducción para Central son infinitas. Ingeniero Alberto Joaquín
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