La bienal de Buenos Aires sigue envuelta en polémicas

Desde que se inauguró hace diez días en el Museo Nacional de Bellas Artes, la I Bienal Internacional de Arte de Buenos Aires ha levantado varias polémicas. La primera, que tuvo algo de show, fue iniciada por Nicolás García Uriburu, quien acaba de ganar el gran premio de honor del Fondo Nacional de las Artes.
En el acto inaugural, el artista que levanta las banderas del ecologismo, se consideró censurado, ya que habían desaparecido misteriosamente algunos carteles que denunciaban a empresas por contaminar el ambiente.
Después las críticas volvieron a apuntar contra el curador general de la bienal y director del museo, Jorge Glusberg, por la calidad de algunos envíos, que quedaron en manos de las embajadas; por la selección de los artistas argentinos, o por la forma atiborrada en que está montada la exposición.
Glusberg parece haber sufrido en parte tanta tensión y trabajo, ya que sufrió pocos días después una descompensación y terminó internado en terapia intensiva; sin embargo todos confían, inclusive sus detractores, en que pronto estará de nuevo al frente del museo con su acostumbrado ritmo.
Pero no todas son críticas para la bienal, hay quienes sostienen que este debe ser el punto de partida y hasta felicitan a Glusberg por haber seguido adelante con la iniciativa después de que tanto la Nación como el gobierno de la ciudad de Buenos Aires decidieron no cumplir con sus promesas de financiar la muestra.