Año CXXXIV
 Nº 48971
Rosario,
domingo  17 de
diciembre de 2000
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Una joven fue herida en otro ataque atribuido al Loco de la Escopeta

Sergio Naymark

Una vez más el francotirador conocido como el Loco de la Escopeta sembró el pánico en las calles de la ciudad. Como en varias de sus anteriores apariciones (que se repiten desde mediados de 1998), el blanco elegido fue un colectivo del transporte urbano de pasajeros. Como muchos de sus ataques, otra vez ocurrió en la zona norte de la ciudad. Y como en tantas otras veces, su agresión tuvo una víctima: una joven pasajera que recibió heridas en su cabeza producidas por perdigones y vidrios que estallaron en mil pedazos.
En esta ocasión el francotirador disparó contra el interno número 5 de la línea 107 en momentos en que el micro atravesaba el viaducto Avellaneda en dirección al norte de la ciudad. Eran las 20.50 del viernes. El impacto destruyó la tercera ventanilla del lateral derecho (donde se ubican los asientos dobles) y causó heridas a una chica que iba sentada en ese lugar.
Fue una locura, el colectivo venía lleno desde el centro, había pasajeros en todos los asientos y muchos parados. En un momento se sintió una gran explosión, como una bomba, y enseguida todos empezamos a gritar asustados relató Elena de Conti, una mujer que viajaba hacia su casa sentada en el primer asiento doble y que se salvó de la agresión por milésimas de segundo. Imaginate que yo iba sentada muy cerca de la chica, me podría haber tocado a mí dijo la mujer.
Enseguida el chofer del colectivo, cuya identidad la empresa concesionaria de la línea 107 no dio a conocer, preguntó si entre sus pasajeros había algún lastimado y cuando recibió la respuesta afirmativa detuvo la marcha al terminar de descender el viaducto y esperó la llegada de otro micro para que los viajeros pudieran seguir su marcha. En tanto, él junto a la chica lastimada quedaron a la espera de que llegue una ambulancia que atendiera a la víctima.
Conti recordó que el susto que teníamos todos era muy grande, pero por suerte no hubo más que una chica lastimada. Ibamos tantas personas que podría haber ocurrido algo peor porque este tipo es un loco, no tira a las gomas sino que apunta a los vidrios, a la gente y es un milagro que todavía no haya matado a nadie dijo en relación al Loco de la Escopeta.
Respecto a desde donde fue efectuado el disparo que destruyó uno de los cristales del micro, Conti no lo supo precisar pero intuyó que por el lugar donde impactó pueden haber tirado desde la playa de maniobras del ferrocarril que hay abajo del viaducto. Claro que eso lo deberá averiguar el personal de Planimetría de la Unidad Regional II que una vez más deberá hacer sus mediciones para saber desde dónde partió el ataque.
Asimismo, la mujer contó que la chica herida estaba muy asustada, le salía mucha sangre de la cabeza y de la cara y estuvo a punto de desvanecerse.
La tarde de ayer, desde las comisarías 7ª y 8ª (con jurisdicción sobre el viaducto Avellaneda) se informó que no había ninguna denuncia radicada y voceros de las seccionales comentaron que es común que desde la playa de maniobra del ferrocarril algunos chicos arrojen piedras a los vehículos que cruzan el puente por lo que supusieron que no sólo hay que pensar que sea el Loco de la Escopeta el que haya perpetrado el ataque.



Pasar con el 107 por el viaducto es un peligro.
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