Año CXXXIV
 Nº 48971
Rosario,
domingo  17 de
diciembre de 2000
Min 14°
Máx 30°
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Viena, ciudad de museos

Patricio Pron

Entre las muchas cosas que se han dicho de Viena (capital del Danubio, ciudad de la música, etcétera) nadie parece haber mencionado que para muchos la capital austríaca es básicamente y ante todo una ciudad de museos.
Es difícil precisar cuántos son y, en cualquier caso, ocioso. Entre privados y públicos suman alrededor de sesenta. El más famoso de ellos es sin dudas la Galería Nacional en el castillo Belvedere. En la planta inferior de este imponente castillo se reúnen obras de pintores austríacos de los siglos XIX y XX, Gustav Klimt y Egon Schiele, entre ellos. En la antigua Orangerie del castillo una bella colección de arte medieval y barroco de tema religioso completa la exposición.
En el edificio-manifiesto Secesión, para continuar hablando de arte, se suceden las muestras de obras contemporáneas. En sus sótanos puede verse el inacabado Fresco de Beethoven, de Klimt. En la curiosa KunstHausWien se puede obtener un panorama completo y fascinante de la vida y la obra de Hundertwasser. La Academia de las Bellas Artes y el enorme Museo de Bellas Artes reúnen una pinacoteca más variada.
Existen también los lugares que recuerdan a diversas personalidades. En la casa de Freud se conserva su mobiliario original y se pueden conocer aspectos de la obra del inventor del psicoanálisis. Algo similar ocurre con la del gran arquitecto Otto Wagner, la casa del filósofo Ludwig Wittgenstein o la de Beethoven, y la tumba de Mozart en el cementerio de San Marcos.
El Museo del Ejército y la Armería Real, por su parte, ofrecen un panorama fascinante de la historia militar del país.
Los interesados en disciplinas más curiosas pueden encontrar también algo a su medida en Viena. Entre los museos raros de la ciudad están el del Esperanto, un idioma que se hizo para ser comprendido por todos y que no habla nadie; una interesante Casa de las Mariposas, un Museo de los Osos Teddy, uno de la Calefacción y hasta un Museo de las Pompas Fúnebres.
El que se atreva a penetrar en alguno de ellos merecerá un lugar destacado entre los grandes viajeros raros que colman las páginas de los mejores libros. En cierta forma Viena también ha sido hecha para ellos.



La Galería Nacional funciona en el castillo de Balvedere.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados