El técnico auriazul Edgardo Bauza apostó a un esquema diferente al que acostumbraba a parar en la cancha. Se animó a tirar sobre el césped del Olímpico a Luciano De Bruno, Ezequiel González y Gustavo Arriola, tres jugadores talentosos y de muy buen dominio de la pelota. La apuesta, si bien el Patón había anticipado durante la semana que ese esquema aún no estaba aceitado, rindió de buena manera. De Bruno, quien cumplió el castigo (no estuvo ante Racing por una acto indisciplinario), anoche se encargó de ser el hombre que le ponía la pausa a cada ataque canalla. Y cuando se juntaba con el Equi y Tom, hacían zozobrar a una defensa que muy lejos estuvo de poder controlarlos. Ezequiel González, como hacía mucho tiempo no ocurría, fue uno de los que sobresalió de este trío de jóvenes talentosos. Tal vez por su experiencia se destacó y marcó el camino hacia el arco defendido por Pontiroli. Tom Arriola arrancó de muy buena manera y mostró todo su atrevimiento y su afán para atacar en los primeros minutos, aunque lentamente fue bajando su nivel y tuvo que ser sustituido promediando el primer cuarto de hora de la parte final por el Torpedo Arias. EL trío fantástico tuvo una destacada actuación. Es obvio que falta mucho trabajo por delante para aceitar estos engranajes para que estos futbolistas puedan deslumbrar con sus actuaciones. El primer paso está dado, pero faltan más.
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