El argentino Jorge Fernando Locomotora Castro (83,200 kilogramos) fracasó ayer en su intento de conseguir el título crucero del Consejo Mundial de Boxeo, al perder por nocaut técnico en el décimo round frente al campeón, el invicto cubano Juan Carlos Gómez (85,900), en una pelea pactada a 12 asaltos que se desarrolló en el estadio Grugahalle, de la ciudad alemana de Essen. Gómez, de 27 años, quien ayer obtuvo su 32ª victoria, de las cuales 27 fueron por nocaut, fue claro dominador desde el comienzo, a punto tal que ganó todos los asaltos, con excepción del octavo en el que el árbitro británico Larry O'Connell le descontó un punto al cubano por aplicar un golpe bajo, luego de haber sido apercibido dos veces, en el primero y segundo round. Castro se vio permanentemente desbordado por Gómez y su máximo objetivo fue colocar un golpe afortunado que pusiera fin a la pelea y al calvario que sufrió durante todo el desarrollo del combate. No obstante, el caribeño exhibió las virtudes de la escuela boxística de su país de origen: una gran técnica en la combinación de los golpes, un acertado desplazamiento en el cuadrilátero y la disciplina deportiva reflejada en un excelente estado atlético. En la novena vuelta hubo gran revuelo. Tras recibir Castro una serie de golpes durísimos, el árbitro le preguntó si quería seguir peleando. Pero como ninguno de los argentinos hablaba inglés, Larry O'Connell interpretó mal un movimiento de cabeza y paró la pelea ante las deseperadas protestas de la esquina del púgil santracruceño. Sin embargo, el árbitro rectificó luego su decisión y el combate prosiguió, aunque no por mucho tiempo más, ya que en el round siguiente el cubano conectó dos precisas derechas rematadas con una potente izquierda y Castro se fue a la lona. Esta vez, Larry O'Connell, con acertado criterio, interrumpió la desigual pelea. Al término del combate, Gómez dijo que llevaba nueves meses sin boxear y que precisó los tres primeros asaltos para entrar en calor. Por eso recibí al principio un par de golpes. Marcelo Domínguez fue mejor que Castro, más potente y más agresivo, subrayó el cubano. El campeón mundial crucero dijo también que pensaba subir a la categoría de pesados, por dos motivos: Se gana más dinero y tengo problemas para dar el peso de la categoría crucero (cuyo límite es 86,180 kilogramos). Esta vez tuve que bajar nueve kilos, expresó. El árbitro justificó su decisión de parar el combate. Castro había recibido demasiados golpes en la cabeza. No tuve otra opción, manifestó. Castro, quien ahora tiene un récord de 125 peleas, con 115 triunfos (80 de ellos por nocaut), siete derrotas y tres empates, percibió por esta pelea una bolsa de 40.000 dólares.
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