Las críticas de "Memoria", "El tercer milagro", "Un vuelco del corazón" y "El sexto día", cuatro de los cinco estrenos de esta semana en las salas cinematográficas de Rosario. La cartelera se completó con "Pokémon 2000".
"Memoria". Cal: 4 estrellas
Memoria se ubica en las antípodas de los filmes que encaran el exterminio sistemático de judíos por parte del nazismo. La directora Emmanuel Finkiel eligió un registro de documental para narrar la historia de tres mujeres que directa o indirectamente fueron afectadas por el Holocausto.
¿Cómo hablar de la muerte y de la impotencia de las víctimas sin representarla? Esa parece haber sido la pregunta que se planteó la directora , y concluyó que la representación es en sí misma un artificio narrativo que neutraliza el objetivo de verosimilitud.
Finkiel optó entonces por hacer partícipes a los espectadores. Lo hizo a través de tres historias en las que le da a la cámara categoría de testigo antes que de herramienta narrativa. Las protagonistas son Riwka, que viaja desde Tel Aviv a Varsovia y Auschwitz; Regine, que vive en París y recibe a un extraño que dice ser su padre y que ella creía muerto en un campo de exterminio, y Vera, una anciana que viaja desde Rusia a Israel buscando al último miembro de su familia.
Con una elaborada composición formal de las imágenes, expuesta especialmente en la primera de las tres historias, y una perturbadora economía de palabras, Finkiel revela las emociones de sus personajes con silenciosos contraplanos en medio de un paisaje helado, rostros que se revelan detrás de un vidrio empañado o primeros planos de miradas que aún buscan respuestas.
R.B.
"El tercer milagro". Cal: 4 estrellas
El tercer milagro es una película que atrapa desde distintos flancos y con diferentes argumentos. Uno de ellos es el misterio que envuelve los milagros de la fe. Otro es el que muestra a un sacerdote y a la Iglesia católica desde un costado muy humano, que revela las dudas y las relaciones de los hombres.
Ed Harris compone, con gran sensibilidad, el personaje de Frank Moore, un cura que atraviesa una crisis de fe mientras investiga a Helen O'Regan, una mujer católica muerta a quien se le atribuyen los llantos de sangre de una estatua con propiedades sanadoras.
El cura es conocido como El matador de milagros por su rigurosidad, pero mientras ahonda en la búsqueda de datos sobre la vida y la obra de mujer muerta se convierte en defensor de su santidad. Sin embargo, la entrevista que mantiene con la hija de la presunta santa (Anne Heche) despierta en el sacerdote sentimientos que se contraponen con su investidura.
Las puertas de las historias paralelas que atraviesan la película quedan abiertas y las dudas, grandezas y miserias de los personajes quedan expuestas en su verdadera magnitud.
El gran valor del filme es que no descalifica a personas ni a creencias mientras ofrece una mirada franca de la realidad. Sugiere que los curas no son santos sino hombres que se enfrentan a profundos misterios mientras luchan contra sus propios fantasmas.
M.M.
"Un vuelco del corazón". Cal: 3 estrellas
Otra comedia romántica de Hollywood, y encima protagonizada por una parejita famosa. La historia comienza cuando un soltero arrogante le cambia su pasaje de avión a un feliz padre de familia y después sobreviene una tragedia. Y se sabe lo que va a ocurrir entre los protagonistas. Y finalmente pasa. Un vuelco del corazón lleva todas las de perder, pero el guión y la dirección de Don Roos (Lo opuesto del sexo) la aproximan a un buen recuerdo.
Roos se acerca esta vez a la comedia dramática más tradicional, pero también toma una saludable distancia de los modelos que se impusieron en los 90 (Sintonía de amor o Tienes un e-mail). Tampoco es del todo cierto que el director haya abandonado de plano el estilo que le dio prestigio en Lo opuesto del sexo. Acá las ironías brutales son reemplazadas por otras más sutiles. En la primera cita de los personajes, por ejemplo, brilla más la chispa del encuentro que el fantasma de la culpa que carga uno de ellos.
En ese sentido, Roos logra una comedia romántica pura, en la que la tragedia, el éxito, la mentira, las obligaciones laborales o las relaciones familiares jamás son más importantes que el vínculo entre dos personas que se atraen y se necesitan.
La química entre Gwyneth Paltrow y Ben Affleck funciona, aunque la actuación de ella es notoriamente superior a la de él. Affleck no es creíble en los momentos dramáticos. Paltrow, en cambio, no falla nunca. Unos pocos de sus gestos alcanzan para iluminar los momentos más flojos de la película.
C.T.
"El sexto día". Cal: 3 estrellas
En un futuro no muy lejano, como advierte la película, los hombres han conseguido doblegar a la muerte. La ciencia ha perdido su rumbo y la clonación es cosa de todos los días. Excepto por las leyes que prohiben la producción en serie de especímenes humanos. Hasta allí llega El sexto día. Hasta aquella jornada en que Dios creó al hombre, según las Sagradas Escrituras. Y el hombre es Arnold Schwarzenegger, en la ficción Adam Gibson, un piloto de helicópteros que un día se ve así mismo compartiendo su propia vida. Es decir, Gibson ha sido clonado y ya no puede disfrutar de su familia.
Con una producción hecha a medida del ex Terminator, el filme roza la metafísica para sumergirse en un futuro violento donde la muerte es una anécdota. Pero lo es sólo para quienes pueden pagarlo. Una supercorporación científica se dedica a clonar vegetales y animales, excepto humanos, según alega oficialmente. En verdad, clonan humanos para fines poco santos. Así y por equivocación, Gibson acaba teniendo un mellizo que ocupa su lugar.
El sexto día sirve además para volver a reubicar a Schwarzenegger en el lugar que siempre ocupó: el de forzudo rompelotodo. Pero los años pesan y el actor parece sentir el rigor del tiempo. Así y todo y para quienes gustan de la ciencia ficción, el filme de Roger Spottiswoode es entretenido en su búsqueda de combinar efectos de videoclip con una trama elegante donde el protagonista es la propia vida.
O.V.
La Ciudad
