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Fábula de la vida cotidiana

Cuenta la fábula que existió hace muchísimo tiempo un país que poseía una tierra más que fértil, un clima fantástico y una ubicación geográfica envidiable. Y se rumoreaba que existió un presidente que había dicho que con la democracia se come, se vive y se educa, el cual tuvo que irse antes de tiempo. Luego llegó un rey todopoderoso que inició la revolución productiva, otorgó un salariazo y expresaba que no iba a defraudar al pueblo. Muchos años más tarde apareció el Robin Hood de los pobres, el que iba a terminar con la corrupción, con el ajuste y con la desocupación, pero según datos estadísticos de la época hizo todo al revés. Por esos tiempos difíciles los trabajadores, humildes y desprotegidos estaban más que tranquilos porque a pesar de que se registraba el índice de desocupación más alto de la historia coexistían tres CGT, cuyos dirigentes, con sus propios ejemplos, demostraban cómo trabajando se podía acceder a relojes Rólex, bellas propiedades, etcétera. Además este pueblo afortunado poseía una Cámara de Senadores donde la honestidad, humildad y solidaridad eran un ejemplo cotidiano. La humanidad ha perdido el final de esta fábula, donde cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Juan Dantraccoli