Año CXXXIV
 Nº 48967
Rosario,
jueves  14 de
diciembre de 2000
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Fuera de foco
José Ignacio Dómina: "El éxito es una droga"
El protagonista de la obra "Bruma en la isla", no se la cree

-¿Qué habías hecho en teatro antes de Bruma en la isla?
-Había hecho otras obras con Héctor Barreiros: en el 95 hicimos La gaviota, de Chejov, también Las brujas de Salem. También cubrí algunos reemplazos hasta el 97.
-¿Cuándo te decidiste a actuar?
-El teatro me gustó siempre, pero no estaba muy decidido. En el 95 se dio trabajar con este grupo y ahí empezó todo. Así y todo, lo que más me gusta es la televisión. Yo estudio Comunicación Social y filmé y actué un par de cortos para la carrera, aunque siempre fueron cosas experimentales.
-¿Y si te dieran a elegir?
-Si tuviera que elegir, me quedo con la televisión. La actuación en televisión es más natural. En el teatro hay que exagerar para llegar a todo el mundo. Sin embargo, en el teatro es donde se ven los verdaderos actores, porque no tienen el apoyo de las luces, ni las cámaras. Así y todo, el tipo de naturalidad de la televisión me inquieta y es lo que me gustaría lograr.
-¿Cómo ves el teatro rosarino?
-Es una ciudad que está todo el tiempo mirando para Buenos Aires y no valora lo que tiene. Algo similar pasa en televisión donde hay pocos programas rosarinos. Con el teatro es una constante que las salas se llenen sólo cuando viene alguien de Buenos Aires. Y no es una cuestión de publicidad, sino de conciencia.
-¿No tiene que ver con la calidad?
-No, para nada, porque no es lo mismo si lo que se ofrece es local o de Buenos Aires, y no tiene nada que ver el presupuesto. Para tener chapa y ser reconocido hay que pasar por Buenos Aires sí o sí.
-¿Puede influir el mayor o menor riesgo de las puestas?
-Tal vez no se arriesga tanto porque se sabe que el resultado puede no ser tan bueno.
-¿Sos espectador de teatro?
-Es una paradoja, pero a pesar de que soy actor no me vuelco tanto a ver teatro. Veo más televisión o cine, pero las apuestas siempre apuntan a un público reducido de unas 50 personas, un público en miniatura.
-¿Tenés proyectos en esta actividad?
-Lamentablemente tengo que poner los pies en la tierra, y si tuviera la expectativa de ser famoso tendría que ir a Buenos Aires. Eso es una apuesta muy grande en todo sentido porque la competencia es terrible y la inversión para llegar a tener un destello de fama es algo muy tortuoso. Creo que seguiré haciendo esto, tratando de capitalizar experiencia y tal vez algún día si me decido podría probar fortuna.
-¿Tenés sueños de director?
-Escribí los guiones de los cortos que hice para la facultad y me gustaría dirigir, pero me atemoriza también la idea de ver la respuesta del público. Me choca un poco tenerque enfrentarme a la posibilidad de un resultado incierto. Tal vez tener tanto los pies sobre la tierra quizás me haga ver lo negativo y no lo positivo.



Según el actor Rosario no valora lo que tiene.
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