El golpe de gracia

El toque fashion de un suspensor

Silvio M. Valli

Oiga, don Valli. ¿Desde cuándo hace Usted esos aburridísimos comentarios cinematográficos, teatrales y etcéteras, televisivos, radiales y gráficos? Desde 1963, Out. 38 años casi. ¿A qué se debe su agresivo interés?, respondí con mal disimulada serenidad.
No cree, con todo respeto, Don Valli, que es hora de cambiar. Que deje de ser aburrido y se dedique a otra actividad, digamos, más glamorosa y a la vez más solidaria. Por ejemplo a emular al peluquero Roberto Giordano o a los models-pupils-makers Francisco Pancho Dotto o Ricardo Piñeiro. En una palabra a fabricar modelos. Contribuiría a bajar la desocupación aportando al mercado modelos... que son los que nos faltan. Incentivaría el olvidado gusto o regusto por la lectura, en este caso de los books hoteleros y finalmente posibilitaría que el alicaído índice del sacramento matrimonial se incrementara merced a la unión entre las ninfas y los empresarios (mejor si es maduro y divorciado).
Out, sin darme tiempo a justificar lo injustificable, desplegó, como por arte de prestidigitación, un ejemplar de la amarillenta revisteja Gente del 5/12/00, en donde desde la portada y por más de 20 páginas, una cohorte esperpéntica que el mismo Ramón del Valle Inclán hubiese deseado para su Luces de Bohemia y ni que hablar de Pieter Bruegel II, o Hieronymus Bosch, llamado El Bosco, festejaba los 35 años de la perla de Editorial Atlántida.
Allí estaban la etérea y sutil Ana María Casanova, Gracielita Alfano estrenando apéndice (nasal), María Susana Yo no fui Giménez Aubert, festejando 129: Sí... 129 portadas de Gente. Pobre Su. El animador Horacio Cabak imbuido de las pasadas de animal-print le espetó ¡¡Su querida... la ídola de mi mamá!! Todo un bochorno para Su y el tacto de HC. Todo con un tufillo gatuno, con toques de dudoso gusto.
Mire, don Valli, se exaltó Out. Esto es fashion. Esto es ser glamoroso. ¡Cambie y será admitido! Dejé a Out con sus recomendaciones y le espeté entre resentido y molesto: Out, porqué ahora que el Señor Presidente de la Nación auguró un 2001 es-pec-ta-cu-lar, no organiza con su amigo Fernando Peña (Ver esta columna del 29/11/00) un Suspensor Closed.