Año CXXXIV
 Nº 48.966
Rosario,
martes  12 de
diciembre de 2000
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Tráfico de restos humanos en Tucumán

La Justicia de Tucumán comenzó a investigar la existencia de un mercado negro de restos óseos humanos. En el cementerio de Tucumán es común ver cajones fúnebres y mausoleos violados. La punta del ovillo para la investigación la otorgó la detención del changarín Abel Roberto Argañaraz, trabajador del Cementerio del Norte, uno de los principales de esa capital, quien aparentemente habría sido sorprendido cuando estaba a punto de vender un cráneo y otros huesos humanos. Este encarcelamiento destapó una historia conocida por casi todos en la provincia: el comercio de huesos destinados a los estudiantes de medicina y de odontología.
Según trascendió, Argañaraz habría alegado que los restos que llevaba consigo pertenecían a su abuela, pero la historia ni siquiera habría sido tenida en cuenta por el fiscal de instrucción, Esteban Jerez, que investiga el caso. Ahora, el funcionario judicial intenta establecer cuántas personas más están relacionadas con esta supuesta organización.
De acuerdo con la investigación judicial, en el mercado negro de Tucumán, una pieza dental en buen estado costaría entre 1 y 4 pesos cada una, en tanto que serían muy apreciadas las dentaduras completas extraídas de cadáveres. El cráneo, utilizado tanto en Odontología como en Medicina, se cotizaría a unos 50 pesos, y un esqueleto entero a 200 pesos.
Aparentemente, hasta hace algunos años, también los estudiantes de Plástica, de la Facultad de Artes, habrían recurrido a la compra de restos humanos para profundizar sus conocimientos de anatomía. El principal inconveniente de los estudiantes es el alto costo de las reproducciones en plástico que, por otra parte, repiten un modelo ideal de cuerpo humano, y no la realidad con que se presentan los restos óseos. Las irregularidades fueron admitidas hasta por el director de Cementerios de la Municipalidad capitalina, Ricardo Brandán, quien reconoció que hay una organización cerrada dedicada a ese comercio.


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