Carlos Reutemann sorprendió de nuevo al producir algunos cambios en su gabinete. Como ya es su costumbre, los decidió en soledad, creando cortinas de humo para sostener a determinados funcionarios o concretar el alejamiento de otros, sin dar demasiadas explicaciones sobre sus designaciones y aceptaciones de renuncias.
En tanto decidió mantener en la cartera de Gobierno al cuestionado Angel Baltuzzi, eyectó a Juan José Morín de Obras Públicas y a Rubén Dunda, de Trabajo, recuperando a Oscar Ercoli, quien se había ido poco menos que dando un portazo cuando estaba al frente de la siempre difícil Dirección de Servicios Penitenciarios.
A su vez, Juan Carlos Mercier vuelve a ser el superministro que fue en la primera gestión de Reutemann, cuando también retuvo bajo su férula el área de Obras Públicas. Ahora Hacienda y Obras Públicas se fusionarán en un único ministerio y de esta manera no existirán más los constantes pases de factura que se daban entre ambas áreas respecto de las obras que no terminaban de ejecutarse en la provincia.
A partir de este momento, el responsable central es Mercier y él será el que tendrá que responderle al Lole cuando éste reclame por la ejecución de determinados trabajos. Reutemann quiere un gabinete ejecutivo y ese es el sentido que quiere darle al equipo de colaboradores, confió a La Capital uno de sus allegados, admitiendo implícitamente que el gobernador necesita tener algo para exhibirle al pueblo santafesino en el inminente año electoral.
Respecto de Baltuzzi, la convicción que existe en el gobierno es que ha debido dar la cara y pagar los platos rotos de situaciones complejas, como han sido los motines carcelarios y de comisarías, con su gravísimo saldo de muertos. Todo indica que en el corto plazo se creará la Secretaría de Estado de Seguridad Pública a cuyo frente quedará Enrique Alvarez, mientras que a Baltuzzi se le confiará un ministerio estrictamente político, que tendrá a su cargo las áreas de Justicia, Municipios y Comunas.
Una doble función
En un año electoral como el que se avecina, no está de más recordar que Baltuzzi es el presidente del Partido Justicialista provincial y que en esa doble función deberá cumplir un papel tan descollante como sensible. Sacarlo del Ministerio de Gobierno hubiera implicado debilitar gravemente al presidente del partido oficialista. Por eso se dijo desde el primer momento, tal como lo manifestara La Capital, que Reutemann no iba a largar a Baltuzzi, de ahí que haya pensado inicialmente trasladarlo a Trabajo, idea que luego desestimó para mantenerlo en Gobierno, por los motivos antes apuntados y más allá de los costos políticos que su decisión le puede hacer pagar.
Nadie esperaba el alejamiento de Dunda de la Secretaría de Trabajo. De todos modos, las relaciones no están cortadas y este diario pudo saber que sería intención del gobernador ofrecerle una asesoría, aunque se desconoce aún si lo hará de manera inmediata.
Se sostiene que tanto para Morín como para Dunda les resultó verdadera sorpresa que Reutemann les haya aceptado sus renuncias, puesto que hasta horas atrás nada les hacía pensar que tomaría esa decisión.
El retorno de Oscar Armando Ercoli a las esferas gubernamentales es una clara señal de que su alejamiento del Servicio Penitenciario no le significó ser desterrado del reutemismo, sino que se comprendió su fastidio por no recibir partidas en tiempo y forma para atender el drama de las cárceles. Pero en aquel momento fue imposible mantenerlo en el cargo después de haber expresado críticas públicas contra el ministro Mercier.
A Ercoli es seguro que el Lole le reclamará la ejecutividad que demostró en su paso por el ámbito de las cárceles, máxime en un momento de crisis que suele desembocar en conflictos sociales, ya sea con trabajadores en huelga, o en toma de establecimientos fabriles o, lo más sensible, los cortes de calles y rutas que realizan piqueteros reclamando planes de trabajo; foto que el gobernador no quiere que se reitere en la provincia, por los peligros que siempre entraña.
Movimientos en las segundas líneas
Con los anuncios de Reutemann, cada ministro estará en libertad para resolver sobre sus colaboradores. Mercier, en consecuencia, tendrá que redimensionar Obras Públicas y confirmar a sus actuales subsecretarios o designar a otros en reemplazo. Se sabe que Carlos Parola, titular de Salud, relevará al subsecretario del área, Sergio López Pérsico, por el médico rosarino Ramiro Huber, quien se desempeñó en la Secretaría de Salud municipal durante la gestión de Héctor Cavallero, y que también removerá al titular de la Región VIII, Héctor Pérez. Alejandro Rébola, a su vez, ya anunció cambios en Educación, anticipando que en Coordinación Técnica y Administrativa se desempeñará Julio Scarabino, un contador que fuera secretario de Hacienda del Tigre Cavallero. Roberto Federico reemplazará a Estela Imhoff en la Dirección Provincial de Recursos y Servicios. El subsecretario de Educación, José María Passeggi, continuaría en funciones, mientras que en Educación Privada se designaría a Guillermo Sáenz y en Educación para Adultos a Florentino Yercovich. Es evidente que las designaciones de connotados cavalleristas fortalece la presencia política del ex intendente rosarino en el entorno de Reutemann.
La Ciudad
