Tanto el gobierno como Chacho Alvarez bajan el perfil a la cumbre aliancista

Dura exhortación de Menem a De la Rúa

El ex presidente emplazó al primer mandatario para que si quiere gobernar, que lo haga de una buena vez

El ex presidente Carlos Menem salió ayer a replicar al jefe del Estado, Fernando de la Rúa, por sus reiteradas menciones a la herencia recibida, y lo exhortó a que si quiere gobernar, que lo haga de una buena vez porque el país no aguanta un discurso más.
En una nota de poco más de una carilla firmada de puño y letra, Menem comenzó señalando: He leído, ya con asombro y casi con una sonrisa, que Fernando de la Rúa festejó su primer cumpleaños en el gobierno con su discurso favorito: el de la herencia recibida.
Me preocupa la dificultad evidente que tiene De la Rúa para apropiarse de la Presidencia y asumir el rol para el que fue elegido, indicó el titular del PJ antes de advertir que un síntoma claro de su temor al poder es esta referencia contínua a situaciones actuales o pasadas, siempre superiores a él, que le impedirían gobernar.
Menem añadió que si no quiere presidir los destinos del país, debió haberlo percibido antes y agregó que si quiere gobernar, que lo haga de una buena vez ya que el país no aguanta un discurso más.
Mientras el ex presidente producía estas declaraciones, tanto desde el gobierno como el propio Carlos Chacho Alvarez intentaron ayer bajarle el perfil al encuentro que tienen previsto mantener, según se aseguró antes de fin de año, el presidente De la Rúa con su ex vice.
De la Rúa -que el sábado podría asistir en Paraná a la convención nacional de la UCR en la que Raúl Alfonsín tendrá un papel protagónico- se tomará tiempo antes de contestar a las propuestas que Alvarez le envió a través de su operador Darío Alessandro y primero las analizará con los ministros afectados por las sugerencias del líder frentista.
El vocero presidencial Ricardo Ostuni ratificó ayer que De la Rúa recibirá a Alvarez antes de fin de año.
Por su parte, en una fugaz aparición en un bar de la esquina de su casa, Alvarez mantuvo el silencio de radio autoimpuesto desde antes de sus vacaciones en Brasil e, informalmente, dijo que el encuentro con el jefe del Estado es secundario, ya que lo principal es saber qué opina de las propuestas que le hizo acercar el sábado.
Ostuni ratificó ayer que Alessandro llevó unas ideas, unos proyectos, unas iniciativas del licenciado Alvarez, que en estos días el presidente va a leer.
En un nuevo intento por enfriar la futura cumbre, Ostuni dijo que el motivo principal de la vista de Alessandro había sido conversar sobre la sanción del presupuesto en Diputados, que deberá ratificar las modificaciones incluidas por los senadores o aprobarlo tal como salió de la Cámara baja, con la exclusión de la cláusula de rebaja salarial en el sector público. Para ello, el oficialismo necesita de una mayoría especial de dos tercios en la Cámara.
Las propuestas, según lo que trascendió anticipadamente a la prensa -y que motivó un aparente enojo en De la Rúa-, mira básicamente a tres sectores: la economía, lo social y la lucha contra la corrupción.
Alvarez sería de la idea de desdoblar el Ministerio de Economía en uno de la Producción y otro de Hacienda, adonde recalaría el actual titular de Defensa, el ultraortodoxo Ricardo López Murphy.
Algunas versiones indican insistentemente que Chacho Alvarez quiere llevar al gobierno al ex superministro de Menem, Domingo Cavallo, pero éste ya lo desmintió y ayer, al ser consultado por movileros radiales sobre el particular, el ex vicepresidente pareció reírse de esa posibilidad.
En cuanto a las propuestas en materia social, Alvarez se inclinaría por centralizar los fondos disponibles en una agencia especial.
Según dijo ayer Ostuni a los periodistas de Casa de Gobierno, De la Rúa leerá las propuestas de Alvarez y después de tratarlas con los ministros tendrá una reunión con el ex vicepresidente en algún momento antes de fin de año.
Sin embargo, las relaciones no están tan bien como parecen desprenderse de las manifestaciones oficiales y ayer el propio Alvarez dio una señal al respecto.
Cuando los periodistas le mencionaron el presunto malestar presidencial por haber dejado trascender sus propuestas a la prensa, Alvarez lanzó una mirada al cielorraso del Bar Oporto y entonces dijo: ¿Y nosotros cómo nos enteramos de las tarifas?.
Después, terminó rápido su café, recogió sus apuntes de la cátedra Pensamiento Político Contemporáneo, que tiene en la Universidad de Quilmes, y otros dos libros que está leyendo -uno sobre la invención en la política y el otro sobre la globalización-, y huyó de la prensa.