Pujato.- La presentación de un recurso judicial evitó ayer que una familia fuera desalojada del hogar donde reside y a la vez permitió desconcentrar a un grupo de vecinos que se había congregado frente a la vivienda con la intención de resistir la medida.
La semana pasada ocurrió algo similar, cuando cerca de trescientos manifestantes impidieron que el juez comunal Eduardo Pesce instrumente la orden de desalojo que recibió del Juzgado casildense.
El fallo judicial fue suspendido provisoriamente pero podría ser ratificado en los próximos días en caso de que las partes en pugna no lleguen a un acuerdo.
La orden de desalojo surgió como consecuencia de un atraso en el pago de algunas cuotas correspondientes al contrato de compraventa que suscribió Carlos Maidana con el propietario de la vivienda, Sergio Macharetti.
Medina compró la casa en unos 17.500 pesos, de los cuales pagó 11.800, pero al quedar desocupado no pudo hacer frente a los compromisos asumidos y el vendedor de la casa lo demandó por incumplimiento y posteriormente la Justicia ordenó el desalojo, que aún no fue concretado.
El comprador está dispuesto a pagar lo que le resta para completar el monto en que fue vendida la vivienda, más los intereses y honorarios profesionales, pero el acreedor exige unos 15 mil pesos de contado para dar marcha atrás.
Incluso, trascendió que Maidana ofreció pagar esa cifra en quince cuotas mensuales de mil pesos pero Macharetti tampoco aceptó, razón por la cual todo parece indicar que si el acreedor no cambia de tesitura el desalojo sería un hecho.
Amenazas
La familia Maidana está preparada para resistir el desalojo hasta las últimas consecuencias, al punto tal que sus integrantes amenazaron con prenderse fuego. Ayer estaban dispuestos a encender los diarios que ubicaron arriba de un tablón sostenido con dos tachos y junto a un recipiente con combustible, aunque afortunadamente, no hizo falta.
Fue una jornada de extrema tensión, más aún porque en el Juzgado de Circuito Nº 7 de Casilda corrió la versión de que podría desembarcar en Pujato un escuadrón de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) para garantizar el desalojo. Sin embargo, y a pesar de que se trató solamente de un rumor los ánimos recién se tranquilizaron cuando el magistrado interviniente hizo lugar en forma provisoria al recurso de apelación y nulidad de la orden de desalojo.
El presidente comunal Héctor Emiliozzi se mostró preocupado por la situación y reconoció que está mediando entre las partes para que renegocien la deuda y encuentren una salida rápida al conflicto. En esa misma línea desmintió que haya participado de las movilizaciones populares que se organizaron para frenar el desalojo y dijo ser muy respetuoso de la Justicia, aunque remarcó que hará lo posible para evitar que una familia quede en la calle.
En caso de que el acreedor cambie de actitud y acepte la propuesta de pago que le hicieron, no correría riesgo en cobrar lo pactado, ya que Maidana accedería a un crédito que cubriría con un dinero que aún no recibió luego de haber vendido una casa que tenía en Casilda.
Esto es una injusticia. Nosotros queremos pagar pero este hombre es un caprichoso y pretende cobrar algo que es un disparate, dijo ofuscado Ariel, uno de los hijos de Maidana, quien al igual que su hermana Viviana estudia en Rosario y viaja todos los días en colectivo.
La Ciudad
