Año CXXXIV
 Nº 48.965
Rosario,
lunes  11 de
diciembre de 2000
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Sin pistas de la mujer perdida en Villa Cañás

Los investigadores y los familiares de Raquel Ambrosetti, la mujer de 35 años que desapareció en forma misteriosa hace nueve días en Villa Cañas, están desconcertados ya que no tienen pistas concretas acerca de su paradero.
Raquel Ambrosetti salió de su casa a la 16.30 del sábado 2 de diciembre en una bicicleta en dirección a la casa de una amiga. A partir de ese momento, sus parientes perdieron contacto con ella.
La mujer trabaja en una agencia de venta de autos y como cobradora de una empresa de comisiones. Según contó su prima, Vanina Sikora, Ambrosetti vivió desde que cumplió un año con los padres de su pariente porque su madre está domiciliada en la localidad bonaerense de Arribeños y su padre falleció.
Precisamente, el viernes pasado, Vanina viajó con una comisión policial a esa localidad para contactarse con la madre y dos hermanos, pero ninguno de ellos tenían novedades acerca de su paradero. La misma respuesta dieron otros dos hermanos domiciliados en General Arenales. Pero la búsqueda no se agotó allí. Anteayer, los familiares junto con la policía rastrillaron en un avión todas las localidades limítrofes de Villa Cañas hasta Arribeños sin éxito alguno. Recorrimos Santa Isabel, María Teresa y otras ciudades pero solamente vimos campo y agua, explicó Vanina.
Sikora está desconcertada, pero está convencida de que no se fue sola. Tal vez decidió irse o la obligaron a subirse a un auto y ahora la tienen encerrada en algún lugar. La chica reconstruyó los últimos pasos de Raquel. La mujer salió de su casa para visitar a una amiga, que vive a a unas 15 cuadras de la vivienda. En el trayecto se detuvo en una garita y saludó a dos chicas que aguardaban el arribo de un micro. Luego continuó el viaje y media hora después fue vista por última vez por una amiga cuando el último colectivo ya había pasado por el pueblo. Mi prima le pagó dos pesos que le debía por la compra de una ropa.


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