cartas

Malos perdedores

El fútbol forma parte de la sociedad. Y espiar un poco lo que sucede en los clásicos permite hacer un diagnóstico. En este amargo empate entre Central y Newell's quedó claramente evidenciado lo mal perdedores que somos. Evidentemente con el paso del tiempo se ha ido emparentado cada vez más el triunfo con el éxito, como si ganar fuera la única alternativa de ser felices. Ese miedo a perder que tienen los hinchas y le han transmitido a los jugadores ha provocado en la última década que 12 de los 18 clásicos disputados hayan finalizado en insulsos empates. Y así nos han ido convirtiendo en ilusos soñadores a todos aquellos que pretendemos ver un buen espectáculo. De este modo el fútbol, de nuestra ciudad en este caso, se empantana en la mediocridad. Recién cuando se deje de pensar que perder es la muerte, que cada clásico es una guerra, recién ahí, la sociedad se volverá un poquito más inteligente. Y entonces podrá disfrutar de clásicos que serán algo más que un vendaval de energía frenética. Sólo entonces podrá verse en la cancha algo más que patadas, codazos e insultos.
Miguel Martínez