cartas

Ya no quedan esperanzas

Señor presidente, mientras usted viaja por Costa Rica, yo vivo en Costa Pobre. A casi un año de su asunción a la presidencia para cumplir con lo prometido en su campaña, observo mi país y veo que todos estamos peor, y lo que es aún más grave, ya no queda, siquiera esperanzas de mejoras. Todos los días escucho hablar de la deuda (eterna); del déficit (fundamentalmente moral); del Fondo Monetario (que cada vez nos lleva más a fondo). Quiero manifestarle que yo voté a una Alianza, no a un partido, pensando que en la pluralidad habría respuestas; me equivoqué, seguimos con Domingo Roque Machinea y su plan de convertibilidad (que nos convirtió a todos en pobres y desocupados), y mientras, María Julia sigue libre, en el Senado nada ha pasado, Shakira y Cecilia son noticia, aumentan los impuestos y servicios, también los desocupados, los caos de corrupción y los que emigran. Pero sabe, lo que más me entristece es pensar que dentro de 3 años, tendremos que repavimentar la pista de Anillaco y renovar el Tango 01, pues ya será viejo. Ya que los políticos no devolverán lo mal habido, no cree usted que algo nos están debiendo. Tiene 3 años por delante para al menos devolvernos lo más importante: la esperanza.
Héctor Juan Blanck