Villa Gobernador Gálvez. - El edil frepasista Luis Sánchez criticó un aumento de hasta un 35 por ciento en la tasa de alumbrado público (TAP) y otro incremento del derecho de ocupación del espacio público para con la firma Litoral Gas, aprobado por el Concejo a partir de un pedido del Ejecutivo. El concejal consideró que se trata de un impuestazo disfrazado, que no persigue otro objetivo que el de aumentar la recaudación; la gente se topará con aumentos de la luz y del gas, pero en realidad son tributos por los que el municipio pretende llevarse 300 mil pesos más por año sobre una base de cálculos erróneos e improcedentes.
El aumento del TAP -dijo el edil- está basado en un supuesto aumento del dinero que el municipio le debe pagar a la Cooperativa Eléctrica por el alumbrado, pero el cálculo tiene gruesos errores que demuestran que es una excusa para elevar la recaudación.
Sánchez desmenuzó los números en cuestión y sostuvo que lo que se recauda en concepto de TAP supera lo que el municipio gasta, pese a que la Intendencia pretenda decir lo contrario. El edil remarcó su idea de que esto se trata de un impuestazo al agregar: Además, en la misma sesión se aprobó con el voto oficialista la nueva ordenanza tributaria que incluye un aumento importante del uso del espacio público a Litoral Gas, que la firma lo transfiere directamente al usuario. En total, la recaudación de tasas aumentará en más de 300 mil pesos anuales a través de boletas de otros servicios y eso es algo que el Ejecutivo viene buscando desde hace tiempo.
El concejal analizó los números presentados por la Intendencia para justificar el aumento. El Ejecutivo dice que a través del consumo de energía para el alumbrado público se pierden anualmente 436.927 pesos, e informa que por ese concepto ingresan a las arcas 749 mil pesos por año. Pero creo que esas cifras no son reales, porque en la ejecución presupuestaria de 1999 el mismo Ejecutivo dice que en concepto de TAP recaudó 1.140.000 pesos. Si bien hay crisis, no puede haber tanta gente que de un año para el otro haya dejado de tener medidor, no puede haber disminuido tanto la recaudación. Además, por si fuera poco, en el nuevo presupuesto se estima la recaudación por TAP en 1.200.000 pesos. Es una gran contradicción.
Sánchez discrepó con la fórmula utilizada por el Ejecutivo para llegar a la pérdida de 400 mil por año. Se calcula -explicó- un consumo de 700 mil kilovatios por mes, a un costo de 0,1111 que cobra la cooperativa. A estos 78 mil pesos se le suma el IVA y da 16 mil pesos, a lo que se le suma un impuesto nacional del seis por mil. Pero cuando hacen las cuentas, le suman el seis por ciento y entonces se infla desmedidamente el costo. Este error garrafal incrementa el supuesto gasto.
Esto no es todo -añadió-, hay un convenio por el cual la cooperativa paga un canon de 510 mil kilovatios mensuales al municipio. La entidad factura al municipio el consumo mensual descontando ese canon, por lo cual el IVA no se puede calcular sobre los 700 mil kilovatios por mes, sino por 200 mil. Esta diferencia de IVA hace que el gasto aumente en 150 mil pesos, pero esto no es así en la práctica: el gasto de IVA que yo calculé, según lo que factura la cooperativa, es de casi 55 mil pesos, mientras que para la Municipalidad orilla los 300 mil pesos.
El concejal concluyó que el gasto, en caso de contabilizar el canon como parte del costo -para mí debe ser incluido, razonó- no supera los 314 mil pesos anuales. Si la ejecución presupuestaria indica 1.140.000 de recaudación por TAP, y el gasto es de 314 mil pesos, ¿dónde está la pérdida por la cual el Ejecutivo propuso este aumento?.
No obstante, el edil aceptó que lo del canon podría discutirse, tal como se propuso en la sesión. El oficialismo -indicó- dice que no tiene por qué incluirse dentro del costo del alumbrado público. Supongamos que deba ser así y los números arrojan un gasto anual de 994 mil pesos. Sigo sin encontrar la pérdida de 400 mil pesos.
Para Sánchez, el incremento del TAP está basado en una justificación para genera un aumento monstruoso de la recaudación tributaria del municipio en el orden de los 200 mil pesos, más 100 mil del aumento del gas. El aumento que no pudieron hacer de otra forma y que no pueden incluir en la tasa municipal porque pagan pocos contribuyentes, lo incluyeron en servicios que la gente paga sí o sí porque si no se corta. El vecino dirá que aumentó la luz y el gas, pero ese dinero no va a las empresas sino a la Municipalidad.
Una vergüenza
Para el concejal radical Gustavo Micino no puede permitirse que dos de los proyectos más importantes del año -la tributaria y el presupuesto- hayan ingresado un lunes y aprobados tres días después. El edil cargó contra sus pares del oficialismo por no haber intentado participar siquiera en la confección del presupuesto y por haber aprobado algo con muchos puntos oscuros y sin haberlo estudiado en lo más mínimo.
Fue una vergüenza -bramó Micino- porque ni siquiera el presidente accedió a cumplir con el reglamento interno que indica que debe haber una sesión de por medio entre que un proyecto ingresa y se trata como parte del orden del día. Por lo menos, hubieran respetado el formalismo y tratarlo sobre tablas.