Este año, Amigos del Arte jugó más sobre seguro al convocar para su salón de arte contemporáneo sólo a premiados en concursos anteriores. Por ese motivo, en esta edición inaugurada en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia (San Martín y San Juan), no hay rechazados y lo que se puede ver es un conjunto diverso de artistas de distintas generaciones.
Si bien no todos los creadores respondieron a la convocatoria, el salón abre un abanico de propuestas, mientras que un detalle habla de las particulares concepciones que se suelen poner de manifiesto en todos los concursos: prácticamente ninguno de los artistas de más trayectoria fue distinguido por el jurado.
En la diversidad, conviven obras excelentes con propuestas que todavía están en plena etapa de formulación, aunque como siempre, los más preocupantes son aquellos trabajos que no hacen más que profundizar en reiteraciones que aportan poco por falta de ideas o técnica.
Listado de premiados
El salón tuvo nuevamente cinco secciones que no responden a ninguna lógica pero son lo suficientemente abiertas como para que cualquier obra pueda presentarse. En Color, el primer premio fue para Omar Henry por Víscera en llamas, en tanto que Graciela Ferrero recibió una mención por Reflexión; en Tridimensión, el ganador fue Víctor Landucci por Somos lo que somos, y el mencionado fue Adrián Del Grosso por La coleccionista; en Gráfica, la máxima distinción fue para Diana Kleiner por Páginas para recordar y la mención fue para Roberto Echen por S/T, mientras que en Blanco y Negro ganó Luchi Collaud por Todo está en la memoria y en Experiencias, María Angélica Cárter Morales por Porta-plumas.
Entre todas las secciones, se presentaron obras de 66 artistas y el jurado, como es tradicional en este concurso exclusivo para creadores locales, estuvo integrado por especialistas que no son de Rosario. En esta ocasión, actuaron Nelly Perazzo, Guillermo Whitelow y Jorge Taverna Irigoyen.
La Ciudad
