La Municipalidad insiste con que no hay contaminación en las costas del Paraná, pero hasta el momento no se ha hecho público ningún informe que lo certifique, y mientras tanto -calor mediante- los rosarinos se vuelcan masivamente al río.
La titular del área de Epidemiología de la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad, Mónica Livorio, aseguró ayer a La Capital que está confirmado por laboratorio que la cantidad de coliformes fecales en el río Paraná está por debajo del límite definido por las normas brasileñas y de la cuenca del Plata, que establecen que tiene que ser menos de mil. No obstante, desde el jueves pasado la Municipalidad promete un informe oficial que especifique las cifras de los estudios realizados con 17 muestras -según indicó Livorio-, que parece no llegar nunca.
Al estudio de bacterias escherichia coli todavía no lo tenemos, dijo ayer la funcionaria de la Secretaría de Salud, quien se justificó: Tenemos confirmado por laboratorio que el estudio de coliformes fecales da menos de mil, que es el límite permitido, pero tenemos que esperar y hacer otro análisis para obtener el escherichia coli.
Mientras tanto, la subsecretaría de Medio Ambiente de la provincia, que está a cargo de Lorenzo Domínguez, nunca dio marcha atrás con el informe presentado, donde se advertía sobre un alto nivel de contaminación fecal. Los estudios indicaban que la presencia de escherichia coli era más de diez veces superior a lo tolerado a la altura de la Rambla Catalunya, donde se registraron 1.500 baterías en una muestra de cien mililitros -cuando los niveles normales no deben superar los 120/130 cada 100 mililitros-. Del mismo modo, en la muestra tomada casi en el medio del río las bacterias llegaban a 430.
La Municipalidad cuestiona el estudio
Desde la Municipalidad volvieron a cuestionar los métodos del estudio hecho por la repartición que dirige Lorenzo Domínguez, y aseguraron que es poco confiable.
Para realizar un estudio de este tipo hay que extraer en frascos estériles, que se deben mantener en frío sin que pasen más de seis horas, explicó la titular de Epidemiología, quien cuestionó: Creo que la provincia conoce este procedimiento, pero en el informe están las fechas de extracción y de recepción, por lo que se ve que pasó más tiempo del adecuado.
A pesar de no tener los datos detallados, Livorio adelantó: Pensamos que el estudio de escherichia coli va dar dentro de los límites tolerados, porque si fuera de otra manera ya se hubiera desatado una epidemia de enfermedades de vía hídrica.
Lo cierto es que Medio Ambiente provincial dio un informe, firmado y sellado por un profesional, y hasta ahora la Municipalidad sólo ofreció palabras.
Mientras, unos 3.000 bañistas hicieron caso omiso a la alarma despertada por el estudio provincial y por los tres clubes de la costa que prohibieron a sus socios disfrutar del río Paraná. Con 33 grados de calor, La Florida y la Rambla estuvieron a punto de explotar y, sin reparos, los rosarinos se dieron más de un chapuzón.