Año CXXXIV
 Nº 48964
Rosario,
domingo  10 de
diciembre de 2000
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Lo sacó del banco
Central venció a Racing con un golazo de Tom Arriola

Miguel Pisano

Y pensar que Bauza tenía el gol en el banco. Central ganó anoche un partido durísimo, con un golazo del ingresado Gustavo Arriola cerca del final, justamente cuando se había quedado con diez jugadores por la inocente expulsión de Becerra y cuando su director técnico quemó las naves con los ingresos de Arias y del propio Tom, al extremo de jugar por momentos con tres atacantes.
El fútbol entrega en algunas ocasiones los distintos estados de ánimo por los que suele atravesar el hombre en una aparentemente simple historia de 90 minutos. Como anoche, cuando Central y Racing comenzaron a jugar un típico partido de final de torneo entre dos equipos sin mayores ambiciones que las del folclore del color local. Con todo, el encuentro se fue calentando por las piernas fuertes y de las otras de los volantes visitantes, a pesar de que Central tenía la pelota en una relación inversamente proporcional a su cantidad de llegadas.
López y Cavallero plantearon un minipartido con las marcas personales Ubeda-Cáceres, Bressán-Maceratesi, Arce-Ezequiel González y Castillo-Becerra, conscientes de que debían cortar el circuito generador de juego para recién después jugar con Principiano y sus dos puntas. Y semejante despliegue dio sus frutos porque Central no generó una sola llegada clara, a tal punto que sólo dispuso de varios disparos desde afuera que pasaron cerca. Y, en consonancia, Racing apenas contó con una llegada de Canobbio.
El complemento profundizó las diferencias porque Central se paró decididamente en el campo visitante, y Racing apostó sin pudor al empate. Típico partido cerrado, Manuel García dilapidó la situación más clara del partido a los 57', cuando quedó solo y la tiró cerca del poste izquierdo, como para acercar la justicia al merecimiento.
Central ganaba por la izquierda con Becerra y Cáceres, pero no definía, como cuando el paraguayo gambeteó a dos defensores y la terminó con un tirito al arco, en vez de mandar el centro que esperaban tres compañeros.
Y como las malas no vienen solas, Pompei no le cobró un claro penal por un empujón de Bastía al propio Cáceres, y luego echó correctamente a Becerra, quien le pegó una piña a Castillo, luego de que este lo tomara de la camiseta. En vez de tirarse por la falta y hacer amonestar al rival, el pibe eligió la peor reacción y dejó al equipo con diez, cuando promediaba el complemento.
Con todo, Bauza terminó de acertar con el ingreso de Arriola y a sólo 11 minutos del final Arias desbordó por la derecha, mandó el centro y el Negro Tom entró a la carrera para meter la precisa palomita en el primer palo, como para recordar que todavía el fútbol es uno de los últimos refugios de la justicia, en un mundo globalizador de miserias.
El resto fue un festival del propio Tom, que se cansó de pisarla y de tirar lujos por izquierda, en la mejor forma de defenderse: con la pelota. Así, cuando Central no pegaba una y hasta se había quedado con 10, Bauza encontró en los ingresos de Arias y Arriola el esperado gol de la victoria. Como diría Fito: ¿Quién dijo que todo está perdido?.



Becerra encara por izquierda, pero terminará expulsado.
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