-Un disco en vivo ¿es un regalo que se hacen a sí mismas las bandas de rock?
-No sé, cuando hicimos Vivoparanoico la intención fue hacer un compact que sea una entrada a distancia a un escenario virtual, que el tipo que escucha el disco esté escuchando lo mismo que el que está en la platea.
-Este año editaron un compilado y un disco en vivo ¿para cuándo el próximo disco de estudio con temas nuevos?
-Creo que por ahora no, este disco es reciente y tenemos compañía discográfica nueva. Además nuestros dos ex sellos aún siguen relanzando los discos viejos. Así que en estos intervalos necesitamos algo de oxígeno.
-¿Qué discos te gustaron del 2000?
-No escuché muchas novedades, estoy más metido en escuchar a Rod Stewart, Chet Backer y Luis Alberto Spinetta.
-¿Sirve la crítica musical?
-No sirve para nada y lo que digo es una regla científica. En la historia de la música hablaron mal de Mozart y Beethoven, y fijate lo que resultaron ser los tipos. A nosotros siempre nos vieron solamente como una banda stone...
-¿Se convirtió en una carga el mote de banda stone?
-Al contrario; las críticas jodidas no hacen otra cosa que poner a la gente de lado del criticado. Además, para nosotros es un orgullo ser tildados de banda stone.
-¿Te molestó lo que contó Roy (baterista de la banda) en su libroRatones Paranoicos. La leyenda?
-Lo que pasa es que desde muy chico leo mucha literatura, y creo que hay cosas que atender a la hora de escribir un libro, ya sea el nudo, el desarrollo o la sintaxis. Esa es mi crítica, nada más.
-¿Nada referido a lo temático?
-Nada, y si no me hubiese gustado algo de lo que Roy escribió lo habría arreglado con él en forma privada y no pública.
-¿Aceptás eso de que sos la síntesis más acabada del rockero emparentado con el mundo fashion del jet set porteño?
-Creo que una de las pocas cosas más espantosas con las que me tocó convivir es con la palabra fashion. Es realmente tan patética que no resiste el análisis. Es cierto que a veces voy a los desfiles, que me gustan las chicas y no los chicos.
-¿El rock te ayudó a ganar chicas?
-Y... siempre ayuda, pero yo salgo todas las noches desde los 14 años cuando todavía no era músico de rock. Para mí no fue necesario convertirme en superestrella para conseguir chicas.
-¿Superestrella?
-Lo dije en broma... El tipo que hoy se considera una superestrella es un estúpido. Si precisamente lo que está faltando en el mundo es carisma, sólo hay glamour emparentado con lo fashion. La despersonalización actual es demasiado grande. Hace falta alguien con carisma...
-¿Para qué sirve alguien con carisma?
-Bueno... creo que no sirve para nada, pero genera ilusiones.
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La Ciudad
