Año CXXXIV
 Nº 48964
Rosario,
domingo  10 de
diciembre de 2000
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Cuatro estrenos de cine en la mira de Escenario

Las críticas de "Otro día en el paraíso", "102 dálmatas", "Batalla finla: Tierra" y "La musa", los cuatro estrenos de esta semana en las salas cinematográficas de Rosario.

"Otro día en el paraiso". Cal: **
En 1995 Larry Clark impactó a todo el mundo con su ópera prima, Kids, una película que mostraba descarnadamente a un grupo de adolescentes neoyorquinos de los 90 en plena era del sida, las drogas y la ruptura de las relaciones familiares. En Otro día en el paraíso, en cambio, debe abandonar ese brillante retrato fotográfico para ponerse a contar una historia, y este nuevo planteo no le resulta demasiado fácil.
El kid de esta película es Bobbie, un drogadicto y ladrón de poca monta que conoce a Mel (James Wood), otro adicto y ladrón experimentado que le propone participar de un gran golpe. Así los dos hombres y sus mujeres se embarcan en un viaje para lograr el objetivo: robar suficiente droga como para consumirla y venderla.
La película se concentra en la iniciación en el crimen del chico y la relación que se establece entre la pareja de cuarentones y los desorientados adolescentes. En ese sentido, Clark vuelve a demostrar que lo suyo son los personajes marginales, pero en muchas escenas cae en diálogos repetidos.
Donde Kids impactaba y movilizaba, Otro día en el paraíso sólo shockea y de a ratos entretiene. Cuando los planes de la banda se descontrolan, la historia se torna poco creíble. Para peor Clark comete el error de acentuar el dramatismo con la banda de sonido. En ese contexto, las actuaciones se destacan, especialmente la de Melanie Griffith, una muñeca rubia en decadencia.
C.T.

"102 dálmatas". Cal: **
Lo mejor de 102 dálmatas es la actuación de Glenn Close. A pesar de que tiene que luchar con varias contras, la actriz domina su personaje y logra equilibrar un poco la balanza en un filme apenas aceptable.
Los dálmatas son más o menos como autómatas. Sus únicas gracias son encender un televisor desde el control remoto, prender una lámpara, abrir una puerta y ser tratados como niños. De los personajes humanos, los buenos resultan patéticos en su bobería. Pero por suerte Glenn Close sigue estando espléndida como en la primera parte, a pesar del doblaje hecho por la argentina Reina Reech.
La historia de 102 dálmatas es más o menos la misma que en la primera parte. Cruella quiere hacerse el tapado con la piel de cachorros dálmatas. La diferencia es que ahora todos creen que ella se reformó y adora a los perros. Tiene un socio, el peletero Le Pelt, interpretado por Gérard Depardieu, en un papel que desperdicia el talento del gran actor francés.
El vestuario de Cruella es excelente. Demasiado bueno para un guión endeble que además tiene el descaro de ser intertextual y citar, burdamente, a otra película de la propia compañía Disney: La dama y el vagabundo.
Pero tal vez esta mediocridad sea productiva y sirva para desmitificar el aura de simpatía que rodea a los perros dálmatas en la realidad. Simpatía que está bien lejos de ser cierta.
F.T.



"Otro día en el paraiso": Marginales sin destino.
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"102 dálmatas": La malvad venida a menos.
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