Año CXXXIV
 Nº 48.963
Rosario,
sábado  09 de
diciembre de 2000
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Formosa quedaría sin agua por un canal en Paraguay
Unas obras en la margen guaraní del río Pilcomayo amenazan las condiciones ambientales en Argentina

Las máquinas del Ministerio de Obras Públicas y Comunicación del Paraguay terminaron ayer un nuevo canal sobre la margen paraguaya del Pilcomayo pese a las protestas de los formoseños, que observan con preocupación la posibilidad de quedarse sin agua en la margen argentina de ese menguado río.
Las autoridades de Formosa pidieron la intervención de la Cancillería Argentina ante la posibilidad que el río deje de escurrir parte de su caudal hacia la Argentina e incluso existe una resolución de la Justicia Federal que imponía a las autoridades nacionales actuar ante el gobierno de Asunción, para frenar las obras.
Sin embargo, este temor que no es compartido por el gobierno nacional que sigue sin expresarse sobre la controvertida obra que dejaría sin agua a los habitantes de la margen argentina del Pilcomayo.
Los medios de prensa paraguayos dieron cuenta ayer de la finalización de la apertura de un canal de más de ocho kilómetros de extensión y seis de ancho en el extremo oeste del vecino país, obra que tiene por objetivo llevar parte de las aguas de crecida del Pilcomayo hacia el chaco paraguayo.
El canal es objetado por técnicos de Formosa y por el propio gobernador Gildo Insfrán quienes consideran que la inconsulta obra paraguaya provocará el desvío total del actual cauce del río Pilcomayo lo que dejaría sin agua a más del 40 por ciento del territorio formoseño.
Ayer se conocieron imágenes del canal paraguayo donde se puede ver la sección de la obra y el tipo de trabajo realizado por los técnicos guaraníes quienes creen que la posición formoseña es exagerada y la inscriben en una puja política entre la administración justicialista de Insfrán y el gobierno nacional de la Alianza.
La obra motivó una presentación judicial ante la justicia Federal de Formosa donde el juez Marcos Bruno Quinteros dispuso una medida cautelar indicándole a la Cancillería argentina que se debía abstener de autorizar obras que alteren el equilibrio de distribución de caudales del río Pilcomayo.
El impulsor del juicio, el diputado provincial Esteban Ramírez (PJ) precisó que la obra es ilegal y debe ser tapada, así lo dispuso la Justicia. El legislador señaló que el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país ya fue notificado de la medida de la justicia federal formoseña.
En 1991 la Argentina y Paraguay celebraron un acuerdo por el cual realizaron una obra de distribución de aguas del Pilcomayo construyendo ambos países un canal derivador hacia cada territorio. Pero con los años las obras se taparon con sedimentos arrastrados por el río y durante entre 1994 y 1995 Formosa no recibió una sola gota de agua, mientras que el Paraguay recibía casi todo el caudal.


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