El plan secreto de Chacho que apunta a los jueces federales

Omar Bravo

¿El encuentro del presidente con Chacho Alvarez se pinchó?, quiso saber La Capital. No, es casi seguro que se hace este fin de semana largo. No sé cuándo ni donde... respondió el encumbrado dirigente aliancista, quien, además de solicitar anonimato, se comprometió a aportar, el lunes, los detalles de la reunión, que hasta ayer muy pocos se animaban a confirmar. Operadores de prensa del radicalismo sembraron de incertidumbre las redacciones porteñas, con datos de la supuesta molestia del presidente Fernando de la Rúa por la filtración del documento político que Alvarez le entregará, pero especialmente, por las propuestas específicas que contiene.
Fuentes del radicalismo aseguraron que lo que más preocupa a De la Rúa sería el texto de un proyecto de ley que el Poder Ejecutivo enviaría al Congreso, cuyo contenido abriría una especie de proceso de Mani Pulite atenuado en el sistema judicial, que según los que lo conocen amenaza con provocar una hecatombe en el Poder Judicial, en especial dentro de los jueces federales.
La iniciativa tiene un costado obvio: remover a los jueces federales afines al menemismo sin chocar con la única instancia que hoy puede hacerlo, que es el Consejo de la Magistratura.
Ayer, mientras un legislador de la Alianza colocaba una cerca alrededor de la piscina de su casa de la zona norte del gran Buenos Aires, confirmaba por teléfono que hay un gran quilombo entre los jueces federales por la iniciativa de Alvarez, cuyo contenido todos los dirigentes radicales atribuyen al constitucionalista y titular de la Sigén, el rosarino Rafael Bielsa. En efecto, La Capital pudo averiguar que desde que Chacho regresó de sus vacaciones, Bielsa pasó largas horas en la Casa del Frente, búnker chachista en la avenida Callao, a dos cuadras del Congreso Nacional, buscando antecedentes en los sistemas judiciales europeos, donde en algunas jurisdicciones la residencia donde el juez dicta justicia tiene un límite de tiempo de cinco años.
Entre los seguidores de Chacho, sostienen que este sería el fin de los jueces de la servilleta de Corach, la recordada denuncia de Domingo Cavallo acerca de cómo el menemismo manejaba a los jueces federales. Con ironía, llaman al proyecto por un nombre de cataclismo: Terminator. Esta última designación no estaría tan acertada si se confirman rumores que alertan sobre un presunto Plan B, que no sería otro que el acoso a los jueces más comprometidos mediante el uso de recursos de videos obtenidos con cámara oculta, publicación de patrimonios, gastos excesivos y hasta flagrantes amores clandestinos de algunos de los jueces.
La fuente frepasista consultada rechazó esos rumores en forma categórica y dijo que nosotros no jugamos con las armas del Coti y De Santibañes.... El jueves, Juan Pablo Cafiero dijo simplemente: Habrá reformas en el ámbito de la Justicia.
Todo parece indicar que no será precisamente apacible el reencuentro de los dos máximos líderes aliancistas, el primero desde la crisis que culminó con la salida del gobierno de Alvarez, el 6 de octubre pasado. Ya Machinea debió masticar bronca con las otras medidas que Alvarez quiere llevar a la práctica: desdoblamiento del ministerio de Economía en dos grandes ramas, una dedicada a la recaudación y otra a una agenda urgente de temas de producción.
En el radicalismo se insistía ayer de que existe el propósito presidencial de hacerle sentir a Alvarez el portazo que pegó en octubre. Esta bien, no hay problemas. Pero si se pone duro me parece que va a tener que gobernar por decreto, dijo a La Capital la fuente frepasista, antes de despedirse hasta el lunes.