| | Reflexiones Ley provincial de cultura
| Raúl Bertone (*)
Con el fin del período legislativo de este año perderá vigencia parlamentaria, si no se trata antes, un proyecto de ley provincial de cultura que presentara el 27 de julio de 1999 el entonces gobernador de la provincia de Santa Fe, ingeniero Jorge Obeid. Este proyecto propuso la creación de un sistema provincial de cultura, jerarquizando el área, otorgándole a la actual Subsecretaría de Cultura el rango de secretaría dependiente del gobernador y poniendo en marcha los órganos consultivos necesarios, como un consejo provincial de cultura y una asamblea provincial de cultura. Estos órganos se constituyen en importantes canales de participación. En uno con la presencia de los representantes territoriales, a través de una elección en municipios y comunas, y en otra con las asociaciones y entidades culturales. También propuso unificar la normativa cultural vigente, organizar el patrimonio cultural y crear un fondo provincial de cultura. Este último punto establece un criterio de previsión y prioridades para el destino de los recursos; dejando claro la obligatoriedad de atender a los museos, elencos, salas, áreas culturales y centros culturales, escuelas de arte, proyectos culturales de municipios y comunas, bibliotecas populares, programas culturales que comprendan a todo el territorio provincial, entidades culturales no gubernamentales e inversiones patrimoniales. Nuestra provincia, promotora y cuna de la Constitución federal y de la bandera nacional, tiene una asignatura pendiente en este tema y los tiempos que corren nos dicen claramente que Santa Fe, históricamente protagonista de la organización nacional, tiene sobradas condiciones para crear el primer sistema provincial de cultura en un estado que tiene previsto en su carta magna un lugar para el sector. La Constitución provincial, en su preámbulo expresa: ...para asegurar los derechos fundamentales del hombre... proveer a la educación y la cultura.... En el artículo 22, establece: La Provincia promueve, estimula y protege el desarrollo y la difusión de la cultura en todas sus formas, tanto en los aspectos universales cuanto en los autóctonos, y la investigación en el campo científico y técnico. En particular, facilita a sus artistas, científicos y técnicos el desenvolvimiento de sus facultades creadoras y el conocimiento popular de sus producciones. Y en el artículo 24: ... El Estado promueve y coopera en la formación y sostenimiento de entidades privadas que se propongan objetivos científicos, literarios, artísticos, deportivos, de asistencia, de perfección técnica o de solidaridad de intereses. A más de un año de la presentación de este proyecto en la Legislatura provincial, es importante recordar las palabras del ex gobernador cuando exponía sus fundamentos ante los representantes de entidades culturales: El Estado no está para crear cultura. La cultura la crean los pueblos, la crean los artistas. El Estado tiene una obligación que es la de promover, estimular y proteger. Pero ¿cómo lo va a hacer? Esto es lo que durante 40 años se ha estado discutiendo pero no se ha podido concretar en una norma; y consecuencia de que no existe la norma, ha ocurrido lo de siempre. Ustedes, hombres y mujeres de la cultura, lo saben mejor que yo: la cultura ha sido la variable de ajuste de todos los gobiernos durante 40 o 50 años... La provincia no tiene ni ha tenido nunca una ley de cultura. No la tiene el país. La inexistencia de normas concretas vuelve erráticas las políticas. En este caso, vuelve errática la política cultural, y es así como un día se crea la Secretaría de Estado de Cultura con bombos y platillos y dos años después vuelve a ser Subsecretaría porque hay que achicar presupuesto... Mientras nosotros no tengamos definido y establecido en una norma rigurosa, como es una ley, cuáles son las atribuciones, facultades y sobre todo los deberes que el Estado tiene para con el sector cultural, no vamos a poder salir de esa sucesión de políticas erráticas que no permiten el desarrollo programado de las actividades culturales... Es necesario que la de cultura sea una voz más entre las voces que se escuchan cuando se discute estrategia política. Y si la cultura tiene que ver con cultivar lo que después vamos a tener que cosechar, el papel que al Estado le cabe es el de volver fértil la tierra en donde se está haciendo la cultura y por lo tanto proveer todos los elementos necesarios para que se pueda producir esa fertilidad. Sería lamentable que se pierda la iniciativa y el impulso que generó este proyecto, que viene a llenar un vacío legislativo profundo. Los protagonistas de la actividad cultural esperan que los legisladores provinciales no dejen pasar esta oportunidad de darle un espaldarazo histórico a la promoción de la Cultura. Y si finalmente este proyecto pierde la vigencia parlamentaria, como todo lo indica, es de esperar que alguien lo rescate, para mejorarlo, o bien que se tome la posta con otro nuevo. (*) Ex subsecretario de Cultura de la provincia.
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