Cañada de Gómez. - La inundación que dejó como saldo tres muertes, innumerables pérdidas económicas en viviendas, comercios e industrias, también dejó secuelas sociales que aún no fueron evaluadas en la zona afectada. Una primera consecuencia fue la inmediata ocupación de un barrio de 50 viviendas que estaban a punto de ser entregadas por la empresa constructora.
La pacífica ocupación de los vecinos, que no en todos los casos son inundados, generó el inicio de una investigación por parte del juzgado en lo penal del distrito judicial Nº6, a cargo de Ana María Bardone, para determinar si los ocupantes fueron realmente afectados por el aluvión que inundó 150 manzanas y dejó un saldo de tres muertos.
Se trata de un barrio de 50 casas construidas por la empresa Bonfanti-Di Biasio con asiento en la capital provincial, tras ganar una licitación del gobierno de la provincia. El caso adquiere complejidad si se tiene en cuenta que la empresa constructora se presentó en concurso preventivo en el juzgado de primera instancia en lo civil y comercial de Santa Fe.
Las casas parecen haber sido terminadas, no obstante la empresa constructora aún no dio el final de obra. Esta situación demoró la adjudicación a las familias inscriptas. La semana anterior al desastre, la oficina de Acción Social de la Municipalidad había convocado a los inscriptos para agilizar el sorteo.
Bardone solicitó a la delegación local del colegio de arquitectos un relevamiento de las unidades habitacionales de los inundados para determinar si se trata de casas inhabitables.
En el marco de la apertura del sumario también citó a uno de los titulares de la empresa constructora, Fernando Di Biasio, para que declare en el marco del supuesto préstamo realizado a los inundados.
Uno de los damnificados por la inundación, Carlos Masignani, explicó que los vecinos tomaron las casas por necesidad, y que existe la decisión de entregarlas nuevamente ni bien se resuelva el problema habitacional de los inundados que perdieron sus viviendas.
Tengo que pensar en mis hijos
Masignani dejó una propiedad en calle Rawson al 1100 tras el ingreso de dos metros y medio de agua. Tiene los techos vencidos y las paredes en cualquier momento se caen. Ya no tengo seguridad en esa vivienda y tengo que pensar en mis dos hijos, relató el damnificado.
Por su parte, la concejala Stella Clérici explicó que este es un barrio que la empresa no entregó a la provincia y el caso esta en manos del Poder Judicial, y añadió que en la Municipalidad no estamos al tanto de este tema. Es la justicia quien va a resolver lo que corresponda.