Por primera vez en muchas décadas, Coronda no tendrá frutillas para vender este año. Por efecto de las condiciones climáticas adversas que se registraron en los últimos meses de este año fracasó la cosecha 2000 de la principal región productora de esta fruta en la provincia de Santa Fe, lo que no sólo representa un amenaza financiera para la economía de la zona sino además un retroceso en la experiencia exportadora que habían encarado los productores corondinos en los últimos años.
En 80 años de cultivos de frutilla es la primera vez que pasa esto, se lamentó Hugo Bianchi, presidente de Coronda Cooperativa de Agricultores. El dirigente explicó que por efecto de intensas lluvias, vientos, heladas tardías y granizo, la planta logró vegetación pero no llegó a dar frutos.
El último invierno fue muy largo e intenso en la región, con muchas heladas y continuos días nublados y ventosos. A ello se sumaron lluvias muy por encima de los valores normales para la zona y granizo en varias oportunidades. Todas estas circunstancias favorecieron el desarrollo de enfermedades en las plantas, afectando su rendimiento.
Esto es así, hasta el punto de que la cosecha de este año es la peor en materia de rindes desde que se tienen registros.
En los últimos años se cosechaba en la zona de Coronda entre 35 mil a 50 mil kilos por hectárea y este año apenas se llegó a los 15 mil kilos en el mejor de los casos.
Estimamos que este año se perdió entre el 80 y el 85 por ciento de la producción, explicó Noemí Pérez de Llahyah, secretaria de la Producción de la municipalidad de Coronda.
Una crisis con historia
El cuadro ya venía complicado desde el año pasado cuando la superproducción de frutilla que se registró en todo el país tiró los precios por el suelo. Así, de las casi 600 hectáreas sembradas el año pasado en la zona frutillera de Coronda, Desvío Arijón y Arocena, este año apenas quedaron un poco más de 300 hectáreas.
El fracaso de la campaña 2000 ya comenzó a hacerse sentir en la economía de la región. Tradicionalmente, la zona se mueve en base al crédito a pagar contra cosecha y como este año prácticamente no habrá zafra, muchos temen por los problemas financieros que deberán enfrentar de cara a esta situación.
Además, como ocurre con la mayoría de los rubros del sector agropecuario, el sector viene arrastrando un pasivo importante con algunos bancos, en especial el Nación y Nuevo Banco de Santa Fe.
A esto se suman algunas deudas fiscales y de cargas sociales. El primer tema al que se debería apuntar es cómo solucionar el pasivo del productor y ver de qué manera el gobierno nos puede dar una mano para encarar la cosecha 2001, dicen los productores corondinos.
En tanto, la semana pasada la Comisión de Emergencia Agropecuaria -presidida por el ministro de la Producción Miguel Paulón- se reunió en Santa Fe y resolvió impulsar la declaración de zona de desastre para los productores frutilleros de esta región.
Frutilla for export
Sin embargo y a pesar de este sombrío panorama, la actividad puede ser rentable a través de la exportación. En los últimos tiempos la caída en el consumo y la excesiva oferta existente en el mercado interno provocaron la caída de los precios de esta fruta.
Por ello, desde hace algunos años los productores frutilleros vienen trabajando para encontrar una salida a través de la exportación a los mercados internacionales.
Este año parecía comenzar a vislumbrarse una solución de la mano de un contrato que la cooperativa que nuclea a gran parte de los productores locales había logrado realizar con compradores de Estados Unidos.
Una parte importante de las frutillas ya estaban vendidas antes de poner la planta en la tierra, algo realmente inusual para la región. Lo que nunca lograron nuestros padres y abuelos lo habíamos logrado nosotros, afirmó el directivo de la cooperativa.
Los productores cerraron un acuerdo para enviar 2.000 toneladas de frutillas a EEUU y ya habían recibido un pedido desde España. También se efectuaron contactos para hacer negocios en Polonia.
Sin embargo, las excelentes perspectivas exportadoras quedaron hecha añicos por la pérdida de la cosecha y todas estas posibilidades no pudieron concretarse por la falta de fruta.
La gente de la zona está convencida que -a diferencia de otras actividades que deben ser subsidiadas para que la ecuación económica cierre- la frutilla corondina cuenta con todas las posibilidades de sobrevivir y recuperar la rentabilidad de sus mejores épocas.
Según dicen los productores locales la actividad frutillera puede ser muy rentable, inclusive como en las épocas de mayor esplendor de la década del 60 y del 70 cuando en Coronda con la frutilla se tenía un buen pasar, aseguraron.
El camino exportador comenzó a ser explorado en el año 98 cuando se enviaron los primeros cargamentos a Holanda, Alemania y Brasil. Un año después, también se había logrado entrar a Estados Unidos con frutilla de Coronda.
En todo esto tuvimos mucho apoyo de entidades como Federación Agraria y este año ya se había logrado un embarque de fruta fresca a Francia, explicó el presidente de la cooperativa de productores.
Pero para que esta alternativa se concrete, antes habrá que superar este momento crítico, que pone en riesgo la continuidad de la tradicional frutilla corondina, con todas las consecuencias sociales negativas que esto traería para la economía de la región.