La Municipalidad dio vía libre para que los bañistas puedan zambullirse en las aguas de la costa norte y la ciudad se mudó al río. El anuncio sirvió ayer como bálsamo para una jornada que, a las tres de la tarde, clavaba el mercurio de los termómetros en 34 grados. Los rosarinos se pueden meter al río tranquilos, señaló la titular del área de Epidemiología de la Secretaría de Salud Pública municipal, Mónica Livorio, quien basó su autorización en resultados parciales de análisis efectuados por ese organismo. Pero el subsecretario de Medio Ambiente provincial, Lorenzo Domínguez, no corrió a buscar los shorts. Es más, yo no me metería, confesó el funcionario, a quien sus propios análisis dieron alarmantes índices de contaminación por bacterias coliformes fecales.
Lo cierto es que, en rigor, aún no se sabe con certeza qué esconde el Paraná bajo el impenetrable color marrón de sus aguas. Desde la Municipalidad aseguran que los balnearios de la costa norte están aptos, pero todavía no tienen los resultados finales de los análisis que realizaron. En la vereda de enfrente se ubica la provincia, que encargó estudios que dieron como resultado alarmantes índices de escherichia coli.
Pero con el agobiante calor de ayer, el mínimo anuncio de okey despejó cualquier duda y la costa se puso a full. Desde temprano, los rosarinos cargaron reposeras, sombrillas, termo y mate y enfilaron para la zona de Rambla Catalunya, La Florida y los sectores de balnearios públicos.
A la hora de meterse en el río fueron pocos los que se animaron en el área privada del balneario La Florida, lo que contrastó con la imagen de la Rambla Catalunya. Allí sí, no fueron pocos los bañistas que se zambulleron en el agua sin importarles demasiado las controversias entre Municipalidad y provincia por el estado del río.
Dentro de valores normales
Livorio, que es responsable de Epidemiología municipal, indicó ayer que los resultados parciales de los análisis realizados por esa repartición no dan cifras alarmantes de contaminación. Estamos trabajando con resultados parciales, que indican que en la costa hay valores normales de bacterias coliformes fecales, señaló.
Las bacterias que hay en el agua están dentro de los valores que se consideran apropiados para utilizar el río para recreación y la práctica de deportes náuticos, subrayó la epidemióloga, en un total contraste con lo que había informado la Subsecretaría de Medio Ambiente de Santa Fe.
Pero el titular de esa repartición provincial, Lorenzo Domínguez, insistió ayer con la veracidad de los datos aportados por el informe que realizó la subsecretaría a su cargo, donde saltaron índices de contaminación fecal. El funcionario recordó además que le propuso a la Municipalidad realizar análisis conjuntos. No obstante, y ante el anuncio de las autoridades rosarinas dando luz verde a los bañistas, se mostro escéptico y confesó: Yo no me metería en el agua del Paraná.
Livorio explicó ayer que la Municipalidad tomó 17 muestras en distintos sectores de la costa norte e incluso de la isla. Los valores parciales indican que hay menos de mil coliformes fecales por cada 100 mililitros de agua, anunció. En el sector de las islas, en tanto, esa cantidad de bacterias baja a 800 por cada 100 mililitros.
La epidemióloga anunció que hoy estarán los resultados finales de los análisis municipales, pero ya adelantó que está todo okey y que los rosarinos se pueden meter al río.
Sin embargo, la Subsecretaría de Medio Ambiente provincial desconfía y mira de reojo. No es la única. Hubo otros varios que ayer se arremolinaron en torno a las duchas de la playa. Lejos del río, pero disfrutando del sol, lograron así mitigar el calor que superó los 34 grados.
La Ciudad
