Las exportaciones agroalimentarias argentinas en los primeros meses de 2000 alcanzaron los 10.374 millones de dólares, prácticamente valores similares a las de igual período del año anterior y con una tendencia que se repite desde el trimestre pasado. Así lo consigna el último informe del Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola (Iica) el cual destaca que pese a la caída de los precios de los commodities tradicionales, la evolución de los valores de las harinas vegetales, provocó un aumento en los montos de exportación del complejo.
El relevamiento indica que este comportamiento es producto de la caída de precios de commodities y productos, aunque se nota un leve repunte de los mismos. Esto significó una recuperación respecto de la caída observada en el trimestre anterior en los valores de productos alimentarios manufacturados, respecto del año pasado, agrega el informe.
Los datos del Iicca indican que los oleaginosos siguen mostrando una notable caída en el precio FOB tanto en soja como en girasol. Sin embargo, un notable incremento del 26% en los precios de pellets de soja exportado y del 43% en pellets de girasol, determinó mejores registros de los montos de exportación del complejo agroalimentario. Además, el informe revela que las exportaciones de productos primarios mantuvieron el liderazgo que vienen mostrando desde principio del año, al crecer en el primer semestre un 3% respecto a similar período del año anterior y alcanzar los 4.453 millones de dólares.
Este aumento fue causado principalmente por un incremento de las exportaciones de soja (619 millones de dólares más que en similar período de 1999, con incrementos en precios y volumen) y por las mayores ventas de trigo (199 millones de dólares más que en los primeros nueve meses de 1999, con un fuerte incremento de las cantidades y caída de precios).
Las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario alcanzaron un valor de 5.921 millones de dólares, lo que representa un 3% menos que el año anterior. La caída de mayor peso se produjo en los rubros grasas y aceites (32%), explicada por el fuerte derrumbe de las cotizaciones de aceites vegetales ante la sobreoferta mundial y una menor demanda de China por productos elaborados.
Ese país, que siempre fue mirado como el de mejor potencial, significó un importante mercado para los productos agroalimentarios, pero ya comenzó a demostrar que a medida que pueda ir desarrollando su industria, se concentrará en comprar commodities para su procesamiento, indica el informe del Iica.
El rubro con mejor desempeño fue el de otros productos de origen animal (44%), seguido por residuos de las industrias alimenticias, por el cual se exportaron 1.824 millones de dólares, un 26% más que en los primeros nueve meses de 1999, por la suba del precio de los pellets.
Las exportaciones de agroalimentos hacia China en los primeros nueve meses de 2000 alcanzaron los 747 millones de dólares lo que representa una variación del 65% respecto del mismo período del 99, una situación que se explica por el espectacular aumento de productos primarios (197%).
En los primeros ocho meses de este año la exportación de granos, especialmente soja, mostró un crecimiento de 202%, mientras que las ventas de aceites cayeron 77%, esto obedece a que China está aumentando su capacidad de molienda y mediante la aplicación de una política arancelaria desalienta la importación de aceites elaborados, precisa el Iica.
De esta manera, el sudeste asiático se confirma como uno de los principales compradores de productos agroalimentarios argentinos, a pesar de los cambios en la demanda anotados.
El euro y la competitividad
Según el informe, la pérdida de valor del euro frente al dólar sigue siendo uno de problemas que debe enfrentar la competitividad de los alimentos argentinos en Europa, lo que explicaría en buena proporción la pérdida de importancia relativa de la UE como destino para los productos argentinos agropecuarios.
Así, el valor de las ventas de agroalimentos a la región alcanzó los 2.836 millones de dólares, un 9% menos que en el período enero-septiembre del 99. Las mayores disminuciones se observan en cereales (24%), semillas y frutos oleaginosos (61%) y frutas frescas (12%).
Frente a este panorama, el Iica indica que se si bien es difícil hacer un pronóstico exacto, todo revela que se está consolidando una mejora en los precios de commodities, como trigo y algunos otros cereales. En general, podría esperarse para el próximo año, una mejora (pequeña) de precios de commodities, también de la demanda brasileña y la diversificación de mercados ayudaría a una sostenida demanda de los productos del sector.
Por otra parte, es de esperarse una recuperación del valor del euro, lo cual significaría una mejora de la competitividad en el mercado europeo, concluye.