Lucas Ameriso
Para celebrar el Día de la Inmaculada Concepción, miles de devotos rosarinos eligieron ayer la parroquia de San Francisquito, el templo más antiguo de la ciudad donde se venera la imagen de la Virgen Desatanudos. La iglesia de Cafferata al 2600 se abarrotó de fieles, quienes pugnaron por orar ante la imagen que ya se ha convertido en un nuevo fenómeno religioso. Todo comenzó en mayo del año pasado, cuando una devota de la Virgen Desatanudos (cuyos orígenes se remontan a Augsburg, Alemania) trajo un pequeño cuadro con la imagen a la ciudad. De allí en más, todo cambió en el barrio. La gran mayoría de los fieles le pide a María que desate los nudos de la desocupación y la angustia que asolan a la gente, apuntó el sacerdote Claudio Castricone, quien presidió los oficios religiosos. Según los coordinadores del templo, ayer desfilaron por la parroquia unas 200 personas por hora. Desde muy temprano ya se podía apreciar la gran convocatoria ante la parroquia San Francisco de las Llagas -conocida como San Francisquito-, construida en 1878 y por ende la más antigua de la ciudad, ahora testigo de este fenómeno religioso. En el marco de las celebraciones por la Virgen, cientos de fieles -en su mayoría humildes- formaron cola para ingresar al templo y tomar contacto con la pintura colocada sobre uno de los muros. Los organizadores debieron colocar un paraavalanchas para encauzar la hilera, mientras que en un anexo, perteneciente a la escuela Nº1.125, se desarrollaba una misa por la desocupación, presidida por el padre Castricone y donde se congregaron unas mil personas. Cuando solicité que los fieles elevaran sus manos para saber cuántos allí estaban desocupados o tenían problemas de empleo, quedé azorado, reconoció el sacerdote, quien consideró que lo que más pide la gente es que la Virgen les desate los nudos del desempleo y la angustia que esto genera. Es que las creencias populares transformaron los originales nudos, referidos a los pecados capitales del hombre, en sus actuales preocupaciones de fin de siglo. A las 10.30 se ofició otra misa por los ancianos y enfermos, que también fue muy numerosa. Según Raúl Torres, un coordinador del templo, durante todo el día transitaron unas 200 personas por hora, quienes fueron dejando sus pedidos en dos canastos cercanos a la imagen. A las 18 hubo otra misa por los jóvenes y, a las 20, una celebración general. La llegada de la Virgen que desata los nudos a Rosario se produjo en mayo del 99, cuando una integrante de la comunidad parroquial trajo un pequeño cuadro y luego otro devoto donó la imagen que se venera hoy, entronizada el pasado 9 de julio por el arzobispo rosarino, monseñor Eduardo Mirás. Hoy esta advocación de la Virgen posee más de 50 servidores, imágenes itinerantes que deambulan por la provincia y un barrio transformado por el fenómeno religioso: casi no hay robos en torno a la parroquia y cada 8 de mes los puestos de santería parecen multiplicarse.
| Miles de fieles en la parroquia San Francisquito. | | Ampliar Foto | | |
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