Año CXXXIV
 Nº 48.962
Rosario,
viernes  08 de
diciembre de 2000
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El gobernador reconoció que quiere ser presidente en el 2003
Ruckauf: "La Alianza está muerta y De la Rúa tiene que velarla"
El gobernador bonaerense dijo que si no se construye algo nuevo se seguirá profundizando la crisis

Finalmente ayer el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, lo dijo con todas las letras: que aspira a suceder a Fernando de la Rúa en el 2003. Lo dijo en un acto ante una alta funcionaria del gobierno y en medio de severísimas criticas a la Alianza, a la que declaró muerta y que el presidente tiene que velarla.
Sería una irresponsabilidad mayúscula que los hombres y mujeres que aspiramos a gobernar en el 2003 miráramos para otro lado en la crisis de representatividad que el gobierno ha producido, dijo con energía el mandatario justicialista en un masivo almuerzo del gremio de Obras Sanitarias y ante las propias narices de la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, quien lo escuchaba con resignación.
Si (De la Rúa) insiste en negar la realidad en lugar de velar a la Alianza y hacer un cambio fundamental con los gobernadores, vamos a profundizar la crisis; (porque) el presidente se ha quedado sin respaldo político, porque su Alianza se le ha fracturado y hoy está muerta, fue el lapidario diagnóstico de Ruckauf.
Si bien el bonaerense, Carlos Reutemann, José Manuel de la Sota y el eterno Carlos Menem son los máximos candidatos del PJ para las próximas elecciones, esta es la primera vez que Ruckauf reconoce abiertamente sus ambiciones presidenciales. Hace poco los intendentes de Hurlingham, Juan José Alvarez; de La Matanza, Alberto Balestrini, y de La Plata, Julio Alak, lo lanzaron como precandidato del PJ, pero Ruckauf los desautorizó diciendo que no es tiempo de hablar de candidaturas.
Tras el duro discurso contra el gobierno de la Alianza (interrumpido dos veces con ovaciones), Ruckauf y Bullrich se saludaron con un beso para las cámaras. Ante la insistencia de algunos fotógrafos para que reiteren el gesto, el gobernador puso su mejor sonrisa dental para ironizar: Yo no tengo problemas, pero a ver si mañana la echan.
Las duras expresiones del mandatario peronista no fueron pasadas por alto en el oficialismo. El titular del bloque de la Alianza, el frepasista Darío Alessandro, lo acusó de sufrir alucinaciones: Ruckauf sólo tiene una obsesión: ser presidente. Ahora sufre alucionaciones y dice cualquier cosa en lugar de gobernar su provincia.
Alessandro desacreditó las expresiones de Ruckauf al sostener que la Alianza está unida en el Congreso como en el Ejecutivo y, esto es el sustento del gobierno que votaron los argentinos. Luego manifestó su confianza en que la coalición va a liderar el cambio para que tengamos un país mejor que el que dejaron (Carlos) Menem y Ruckauf.
Pero quien primero le respondió a Ruckauf fue la propia Bullrich cuando se retiraba del acto: La Alianza es un proyecto político que está vivo y está gobernando, luego destacó que lo más importante que dijo el gobernador fue reconocer que el país fue recibido como un barco hundido; me parece que es un reconocimiento importante, porque así fue la situación que recibió De la Rúa.
Ruckauf no sólo decretó la muerte de la Alianza (es duro ver un sueño hecho trizas, pero cuando algo ha muerto hay que velarlo y construir algo nuevo), también criticó que De la Rúa reciba a Chacho Alvarez, que le dejó el barco a la deriva renunciando ante la primera dificultad, y fustigó al Frepaso, al que consideró un partido en extinción que trató de meterse en la crisis argentina como parte de una esperanza que han burlado ellos mismos.
Por último, recomendó: No será, señor presidente, que su centenario partido deberá mirar nuevamente al Movimiento Nacional Justicialista y recoger la mano que le hemos tendido para construir políticas de Estado para la gente y no acuerdos para los dirigentes.



Eufórico, Ruckauf saluda a la ministra Bullrich luego del acto que compartieron ayer.
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