Al menos tres clubes de la costa rosarina ya decidieron prohibir a sus asociados bañarse en el Paraná. Rowing, Remeros y Bancario tomaron esa decisión tras conocerse el informe que publicó La Capital donde la Subsecretaría de Medio Ambiente de la provincia advirtió sobre índices alarmantes de contaminación fecal en un sector de La Florida y en la rambla Catalunya. No es la primera vez que alguna de las entidades impone la veda a sus socios, e incluso una de ellas tomó la decisión de invertir en equipamiento para disminuir los valores bacteriológicos en el agua. El intendente Hermes Binner, sin embargo, quiso tranquilizar a los rosarinos y dijo: Yo me bañaría en la zona (ver aparte).
Medio Ambiente de la provincia realizó el análisis bacteriológico el pasado 23 de noviembre en base a tres muestras que se tomaron en La Florida (puerta norte), un sector medio del río entre las boyas y el canal y en la rambla Catalunya.
En el balneario La Florida se detectaron 930 bacterias de escherichia coli cada cien mililitros, mientras que lo permitido oscila entre los 120 a 130. El tope se registró en la rambla Catalunya: 1.500 cada 100 mililitros. La cifra no es casual, a metros de la plaza seca y de los bares y puestos de comida al paso a (donde se abarrota de acalorados rosarinos durante el verano) se sitúa un caño de desagüe pluvial. Está ubicado a la altura de la calle Ricardo Núñez y las miradas apuntan a él ya que se supone que arrastra líquidos cloacales que provienen de conexiones clandestinas.
La prevención de los clubes
Mientras la secretaria de Obras Públicas municipal, Patricia Sandoz, aguarda sus propios estudios sobre la contaminación fecal en la costa norte, los clubes de río, -conocedores de este problema- han reforzado sus medidas de seguridad.
Desde el próximo sábado vamos a usar los altoparlantes del club para prevenir a los socios que no se bañen en el Paraná, aseguró el secretario del club Bancario, Hugo Ramos.
La preocupación la tengo encima desde que vimos el informe y lo pegamos en el transparente de la institución, reveló el directivo, quien agregó: Personalmente advertiré a la gente que no se meta en el agua, hasta que desaparezca el problema.
El club cuenta con una playita, como una especie de costita adonde se bañan los pibes hasta la cintura, explicó Ramos. Una y otra vez insistió que está prohibido bañarse, veda que se extiende a los adultos, a quienes se les aclara que cualquier síntoma por contaminación corre bajo su entera responsabilidad, remató.
En Rowing la situación es idéntica, aunque los directivos se pusieron manos a la obra para solucionar la presencia de contaminantes en el agua. Invertimos 17 mil pesos en una cámara de digestión para residuos y se estima que en 20 días puede estar concluida, apuntó el secretario de la entidad deportiva, Osvaldo Rodna.
El informe dado a conocer por La Capital causó impacto entre los 1.800 socios que posee el club. Según explicó el directivo, ha habido una preocupación de una parte importante de los socios, por lo que no se habilitó la playa y existe prohibición de ingreso al río.
En cuanto a la cámara de tratamiento de residuos cloacales, desde el Rowing se detalló que el equipamiento funciona como un filtro que retiene la materia contaminante. A la vez, si da resultados también se colocará una barrera ecológica para frenar el resto de contaminantes que arrastra la superficie del Paraná, a esta altura de la costa rosarina.
Rodna reveló que Rowing hizo sus propias mediciones sobre el porcentaje de materia fecal en el agua de su playa. Hace unos cuatro meses, los resultados de los análisis que encargamos arrojaron resultados similares a las mediciones de la Subsecretaría de Medio Ambiente, aseguró.
Es por ello que el club se decidió a encarar las obras y hasta se determinó que continuará la prohibición de baño hasta tanto se normalicen los valores.
Pero el problema surge con los chicos, confiesa con pesimismo Rodna. En el club ya es una costumbre ser precavidos con el río. Sábados y domingos la gente toma sol en los cien metros de playa, pero desde hace tiempo se refresca en la pileta que tiene Rowing, subrayó.
En Remeros, la situación es un calco de los otros clubes de río. Para su presidente, Hugo Menéndez, la contaminación fecal no es nueva. Hace 8 años que pasa lo mismo y es por eso que desde aquel entonces se colocó el cartel de prohibido bañarse -recordó-. Además de la suciedad que trae el Paraná, todos los barrios del oeste de la ciudad desaguan sus líquidos cloacales en pozos negros, que a su vez filtran las bacterias a las napas y de ahí ... derechito hasta el río, remató.
La Ciudad
