La voz del personaje Cruella De Vil fue doblada para la versión en castellano por la argentina Reina Reech. La actriz llegó a esa instancia tras protagonizar el año pasado el musical 101 dálmatas. El presidente de Disney Argentina vio la versión y propuso a Reech como candidata a doblar a Glenn Close. En Los Angeles aceptaron la voz de Reech y la actriz se convirtió de esa manera en la primera argentina que dobla una película de Disney. Para Reech, las situaciones más difíciles para doblar fueron las del comienzo de la película. Según explicó, le costó dar con el tono de una Cruella reformada. Cuando ella vuelve a la maldad, me sentí más en mi salsa, confesó Reech, quien tardó tres días en hacer todo el doblaje, que se realizó en México. El trabajo es cosa seria. Al aceptar doblar a Glenn Close, la actriz argentina firmó un contrato de exclusividad y durante seis meses su voz pertenecerá a Disney. El largometraje que significará la continuidad de la exitosa saga de aventuras perrunas que pasó del dibujo animado a una película impulsada por personajes de carne y hueso, tendrá una voz argentina para todo el mercado de habla hispana. Reina Reech, quien viene de encarnar a la malvada Cruella en la versión teatral y musical de 101 Dálmatas en Buenos Aires, fue llamada por Walt Disney Company Latin America, convirtiéndose así en la primera actriz argentina en participar en el doblaje de una película de Disney de live action. El musical que Reech protagonizó se llamó 101 dálmatas. Más bellos que nunca. La dirección y el texto estuvo a cargo de Claudio Gallardou, basándose en el clásico de la literatura infantil de Dodi Smith que Disney llevó a la pantalla por primera vez bajo el título de La noche de las narices frías. Gallardou agregó ocho temas musicales, cuadros de acrobacia, gran despliegue escenográfico, en donde el video y el teatro interactuaron con gran abundancia de efectos especiales. Reina Reech, en el rol de Cruella de Vil, fue la autora de la coreografía, el vestuario y letra de las canciones. Su personaje navegó en situaciones de crueldad, cinismo, ternura, humor, y le dio posibilidades de lucimiento actoral. El elenco se complementó con Deborah Warren en el papel de Anita (la mamá de Perdita), Diego Olivera en el papel de Roger (el papá de Pongo) y Henny Trailer como la Nanny.
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