Victoria Copa
La Habana.- Sin deslumbrantes estrellas, derroche de fastuosidad o automóviles último modelo, el XXII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano comenzó ayer en La Habana con una propuesta modesta, en un largo maratón de cintas y cultura, en el que intervienen anualmente cerca de un millón de espectadores.
Los elegantes vestidos y trajes de afamados modistos de París, Londres o Roma dan paso en la mayor isla de Las Antillas a las prendas finas de algodón y sandalias que lucen los aficionados al séptimo arte en interminables filas frente a casi 25 salas de proyecciones.
En la inauguración oficial, en el teatro Karl Marx de 5 mil butacas, se presentó la producción argentina-española Nueces para el amor, de Alberto Lecchi. El festival finalizará el próximo 15, aunque las mejores películas que se exhiban durante la muestra permanecerán en pantalla en los cines de La Habana durante un tiempo.
Además de largo el festival es también ancho, pues no se limita a la competencia sino que deviene en acontecimiento cultural, ya que contempla muestras de lo mejor del celuloide y se mezcla con la plástica, la música y la literatura.
Este año, las producciones de Argentina, México y Brasil conforman más de la mitad de las películas que compiten por el Premio Coral del Festival, según declaró a la prensa su presidente Alfredo Guevara, considerado como el padrino del cine cubano.
De la treintena de largometrajes de ficción programados para ser proyectados durante el encuentro, ocho corresponden a la Argentina, siete a México, cinco a Brasil, tres a Venezuela, dos a Chile e igual número a Cuba, mientras que Colombia, Uruguay y Bolivia presentarán uno cada país.
Entre los nombres conocidos y ya habituales en estos certámenes, están los argentinos Eliseo Subiela (Las aventuras de Dios), Marcelo Piñeyro (Plata quemada), Alejandro Agresti (Una noche con Sabrina Love) y Alberto Lecchi (Operación Fangio).
También está el mexicano Arturo Ripstein (Así es la vida), el cubano Juan Carlos Tabio (Lista de espera), el peruano Francisco Lombardi (Tinta roja), el brasileño Ruy Guerra (Estorvo) o el venezolano Diego Risquez (Manuela Saenz). Invitados que, pese a no deslumbrar con el glamour de las estrellas de Hollywood, resultan sumamente atractivos, sobre todo para los amantes del cine.
En el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano participarán 36 largometrajes de cine y cinco de video, además de cortos y mediometrajes de cine y de video, así como documentales, cintas animadas, guiones y carteles.
La categoría de filmes extranjeros sobre América Latina anuncian los largometrajes Invocación y Pata Negra, todas de España, La virgen de los sicarios (Francia) y The Blue Dinner (Estados Unidos), pero también se presentarán cortos y producciones en video.
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La Ciudad
