-¿Cuál es el objetivo del último álbum de Los Carabajal? -Con Espíritu quisimos redondear la idea de promover a nuevos compositores como Walter, que es uno de los valores en potencia que tiene la familia Carabajal y Santiago del Estero. También a otros chicos de la familia como Demi y Jorge Luis Carabajal a los que se suman Raly Barrionuevo y Marcelo Mitre. Ellos componen con códigos actuales y eso es lo que el conjunto busca, la permanente proyección, dándole crédito a la los jóvenes sin olvidar de dónde venimos ni de los viejos autores. -¿Cómo se mantiene una tradición como la de Los Carabajal? -Todos los Carabajal venimos marcados desde la niñez. Nos hemos criado escuchando a los mayores tocar en reuniones familiares y esa música es una referencia que marca las composiciones que cada uno hace. -¿Los temas de los autores jóvenes reflejan el espíritu de los primeros Carabajal? -Ojalá que sea así. Nosotros no podemos decirlo. Pero los chicos se sienten orgullosos de que el conjunto grabe sus temas porque es una forma de hacerse conocidos. -El conjunto tuvo distintas voces, ¿cómo se conserva la personalidad del grupo? -Son etapas que se cumplen y nuevas que se inician. Hoy con la integración de Lucio Rojas sumamos un cantor de 22 años que trae todo su ímpetu y junto con Walter renuevan el aire del grupo. Yo, que viví casi todas las etapas del conjunto, veo esta etapa con un sonido muy parecido al de los inicios del conjunto, cuando estaba Agustín Carabajal. -¿Cuántos integrantes tuvo? -Fueron 13 integrantes a lo largo de 30 años de historia. Hoy somos Mario, Walter y Kali Carabajal, y Lucio Rojas. -¿Es verdad que los folcloristas son como la chicharra, que canta en verano y duerme en invierno? -(Risas)No, no. Durante el invierno elaboramos el material que vamos a grabar y ensayamos los espectáculos. Este fin de año y parte del 2001 vamos a mostrar el disco porque la idea es presentarlo en abril o mayo en un teatro de la calle Corrientes de Buenos Aires, después de haber recorrido todo el país. -Ustedes protagonizaron la renovación del folclore ¿cómo tomaron esa actitud los más tradicionalistas? -Cuando comenzamos a producir el cambio hemos sido los que menos trabajamos. Pero con el paso del tiempo, hoy el público no te perdona si no tenés un espectáculo armado con luz y sonido. Ahora la gente no se conforma con tres guitarristas un micrófono y un bombo. Nosotros seguimos evolucionando, fuimos un poco precursores y no somos cantores para Santiago solamente. -¿Kali y Mario hacen valer sus canas ante Walter y Lucio a la hora de definir el repertorio? -Y sí, la experiencia tiene mucho que ver (Risas). Tanto yo como Kali, que tenemos uno poco más de años, tenemos en claro determinadas cosas, intuiciones, pero nada nos asegura que tendremos éxito. También a la hora de la elección tenemos en cuenta el tiempo de los más jóvenes porque ellos tienen una mirada muy actual que nos permite proyectarnos. Tienen muy buena base y con ella balanceamos experiencia con juventud.
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