cartas

Indiscreto casting de televisión

Acá estoy anclado en Buenos Aires y les explicaré por qué: me presenté a un casting para seleccionar protagonista de una tira televisiva y tuve la fortuna de resultar preseleccionado en la primera ronda, en la segunda ronda y en la semifinal. Con muchos nervios pero con gran fuerza y confianza, esta mañana volvía a viajar por cuarta vez de Rosario a Buenos Aires para la final y resulté seleccionado. Pero la emoción y la alegría duran poco. El director general se acercó a mi para felicitarme y al mismo tiempo me dijo que de la misma manera que había demostrado una buena preparación actoral, debía ahora demostrar una buena capacidad para integrarme al grupo. Dado que yo no sabía qué cosa debía hacer para mostrar esa capacidad de adaptación, el director luego de varias vueltas me lo explicó: debía mantener relaciones íntimas con un integrante del elenco, más claramente con él. Inútil resultó explicarle que yo había concurrido en busca de trabajo y que no coincidía su elección sexual con la mía. Calificándome de provinciano atrasado me eliminó olímpicamente y ni siquiera recibí unos pocos pesos que me habían prometido para comer algo. Por eso, con lo poco que me queda deberé elegir entre la merienda o el pasaje para volver a Rosario.
Luis de España